“Si usted entra al colegio verá los salones vacíos porque hoy no dieron clases. Ayer -lunes- los niños ingresaron antes de las 7 de la mañana y salieron antes de las 9 a. m., solo vieron dos horas porque no se podía más tiempo”. De esa forma relató un padre de familia de la sede San Juan Damasco, de la Institución Educativa Nuestra Señora del Rosario, el drama que viven en este regreso a la presencialidad tras dos años de ausencia.
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Esas anomalías se deben, según la comunidad, a las malas condiciones de la sede educativa, específicamente en las baterías sanitarias, lo que imposibilita un normal desarrollo de las actividades escolares.
Fredy Cortez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Las Lomas, ratificó la veracidad de la información entregada por los vecinos, asegurando que dicha sede no recibe un óptimo mantenimiento desde hace varios años.
“No se ve reflejada la inversión, las tuberías de este colegio son viejas, tienen más de 30 años. Aquí solo se han visto jornadas para pintar las paredes, pero no de un mantenimiento profundo. Los baños son un desastre, no es justo que nuestros niños se eduquen en esas condiciones, que no son aptas”, sostuvo el dignatario.
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Se han hecho varios giros
Este medio intentó conseguir una declaración de la rectora de la institución, pero no fue posible.
Al respecto, desde la Secretaría de Educación del Distrito (SED) informaron que a la sede San Juan de Damasco se le hizo un giro para temas de arreglos de baterías sanitarias por un valor de 19 millones 494 mil pesos. “Así mismo, a la sede Nuestra Señora del Rosario se le realizaron dos transferencias por $17.931.619 y $5.093.558, las cuales fueron para mantenimiento de la infraestructura de la sede, por el daño que causó un árbol”, explicó la SED.
