La vuelta a clases de forma presencial arrancó oficialmente en Cartagena. Más de 140 mil estudiantes matriculados en las escuelas públicas regresaron a las aulas tras lo dispuesto por el Ministerio de Educación. Lea: Colegios de Cartagena regresan a clases presenciales
Fueron 206 sedes educativas oficiales del Distrito las que se convirtieron en el escenario para el reencuentro de estudiantes, docentes, directivos y padres de familia que le apuestan a la presencialidad en medio de las restricciones impuestas por la pandemia del COVID-19.
En un recorrido que hizo este lunes El Universal se pudo apreciar gran afluencia de estudiantes en los centros educativos. Sin embargo, el panorama en el colegio San Felipe Neri, que está en el sector Ricaurte del barrio Olaya Herrera, fue distinto. ¿La razón? Los estudiantes de esta institución educativa deben esperar que se cumpla el cronograma de trabajo para las obras de reconstrucción que requiere esta sede educativa desde el 2016. Lea: [Infografía] La larga lucha para reconstruir el San Felipe Neri
De acuerdo con la Secretaría de Educación, se busca entregar a esta comunidad una sede totalmente renovada, teniendo en cuenta el siguiente cronograma: en marzo se iniciará la ejecución de la primera fase (se realizará consultoría, estudios y diseños); la fase dos, de construcción, deberá arrancar en octubre, una vez la curaduría urbana otorgue las licencias para tal fin.
Así las cosas, se tiene previsto entregar el colegio para el segundo semestre del 2023.
¿Y las clases?
El Distrito confirmó que 1.350 estudiantes (85%) ya completaron su proceso de matrícula en el San Felipe Neri. Se espera que unos 360 alumnos, que están entre transición y tercer grado de primaria, reciban sus clases en modalidad de alternancia en el colegio Departamental (Nuestra Señora del Carmen).
Para ello, la Secretaría de Educación Distrital dispondrá de una ruta para que los estudiantes puedan realizar este traslado. Asimismo, se ultiman detalles para la entrega de 1.600 tabletas para los estudiantes matriculados como un apoyo para sus clases remotas.
El rector de la institución, Remberto Navas, expresó que si bien no es el estado deseado, hay una luz de esperanza para que se mejoren las condiciones del plantel educativo.
“No quisiéramos arrancar clases en estas condiciones, pero afortunadamente hay una luz y esperamos contar con una institución educativa mejorada para el próximo año. En medio de estas dificultades vamos a contar con las tabletas para los estudiantes que están entre tercer y once grado. Esperamos que en tres meses se puedan acondicionar las aulas”, dijo Navas.
Las obras para la nueva institución tienen un costo estimado de $19.389 millones.