El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) emitió una alerta hace unos días por el ingreso de una nube contaminante de dióxido de azufre (SO2) al territorio nacional, exactamente por la península de La Guajira. Se trata de gases y partículas tóxicas, provenientes de la erupción del volcán Cumbre Vieja, en la isla canaria de La Palma, España. El evento ocurrió el pasado 19 de septiembre.
(Lea el contexto: Lluvias ácidas en Cartagena, ¿hay que preocuparse?)
Algunos expertos, fundaciones y observatorios climáticos alertaron sobre posibles afectaciones climáticas en Colombia, derivadas del evento, particularmente, lluvias ácidas en ciudades caribeñas como Cartagena.
El Universal, en busca de mayores precisiones, consultó con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que respondió a través de la Dirección de Asuntos Ambiental, Sectorial y Urbano. Específicamente, por su Grupo de Calidad del Aire.
La entidad respondió que la nube tóxica procedente de la pluma volcánica tiene mayor importancia en las capas medias y altas de la tropósfera, es decir, entre los 1.500 y los 5.800 metros de altura, lo cual indica que los pronósticos en superficie no evidencian afectación en la calidad del aire para Cartagena. “El monitoreo constante de la calidad del aire es la mejor medida de prevención, porque a partir de allí se toman las decisiones correctas”, indicaron desde Minambiente.
Minambiente explicó que el monitoreo y seguimiento, claves en la prevención al vigilar lo atmosférico a nivel global, es de competencia del Ideam. “Efectúan el seguimiento al transporte continental de los contaminantes atmosféricos, haciendo uso de los servicios de pronóstico dispuestos por el Servicio de Monitoreo de la Atmósfera (Copernicus – CAMS), basados en las observaciones del conjunto de satélites Sentinel del Programa de Observación de la Tierra de la Unión Europea”.
En Colombia, a pesar de que no se han evidenciado científicamente efectos importantes sobre los ecosistemas relacionados con la lluvia ácida, el Ideam monitorea el comportamiento químico a largo plazo de la lluvia en diferentes ciudades del país desde 1998, con 32 puntos de monitoreo distribuidos entre los aeropuertos de distintas ciudades y las Áreas Operativas del Ideam, en los cuales se siguen los procedimientos de la organización, considerando operaciones de campo y análisis en el Laboratorio de Calidad Ambiental de la entidad.
A nivel regional y local, esta tarea de guardia atmosférica y pluvial, de acuerdo con lo establecido en el Decreto 1076, es función de las autoridades ambientales como el Establecimiento Público Ambiental (EPA) de Cartagena, que debe adoptar las medidas necesarias para mitigar la posible afectación sobre la calidad del aire y, por ende, sobre la población expuesta.
Aunque las emisiones volcánicas tienen mayor repercusión en zonas atmosféricas elevadas, y en superficie no se prevén riesgos significativos directos sobre la salud humana, el EPA recomienda que las personas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares reduzcan la actividad física fuerte, prolongada y al aire libre.
Además, si alguien siente irritación ocular o cutánea, se recomienda lavar la zona inmediatamente con abundante agua potable, hervida o clorada. Es importante el lavado de las manos antes de empezar el procedimiento.
Por otro lado, hay que “cubrir las fuentes de agua como pozos, recipientes o estanques de almacenamiento en eventos de lluvia para evitar su acidificación”, señalaron desde el EPA.
La entidad distrital invitó a la calma y a estar atento a lo que indiquen las autoridades competentes y ambientales, por si hacen recomendaciones para proteger la salud. En caso de que se declare un nivel de alerta, utilizar continuamente los medios de protección personal, como gafas o tapabocas.
