Con un espacio público más para el uso y disfrute de ciudadanos y visitantes amaneció Cartagena este jueves. Es un espacio verde después de la línea de cerramiento del parque de La Marina, en el Centro Histórico, que había sido invadido por un kiosco en el que funcionaba una chaza.
¿Cómo se logró la restitución? La Gerencia de Espacio Público y Movilidad (GEPM), en cabeza de Ausberto Coneo Caicedo, precisó a El Universal que el pasado 14 de mayo presentó una querella ante la inspectora de Policía de la comuna 1B, Mónica Herazo Morales.
En la misiva le informó que “esta gerencia procedió a través del área operativa a realizar operativos de protección y recuperación del espacio publico. En dichos operativos, en el espacio adyacente al parque de La Marina se descubrió la existencia de construcciones en el espacio público que obstaculizan el debido uso y gozo del mismo por parte de los ciudadanos”.

“Se acude a este despacho -agregó la querella- para que estudie si se cumplen con los presupuestos de la ocupación del espacio público o construcción, parcelación, urbanización, demolición o intervención por vías de hecho, y en caso de ser afirmativa la ocupación, proceder con la restitución del mismo”.
Herazo Morales admitió la querella el 14 de julio y fijó fecha “para visita técnica dentro del proceso por presuntos comportamientos contrarios al cuidado e integridad del espacio público”. Es así como el miércoles 28 de julio a las 2:30 p. m. se citó la diligencia.
En el mencionado trámite, “una de las arquitectas, asesora técnica de la GEPM, presentó un informe técnico que permitió que la inspectora, sin ninguna duda, determinara que la ocupación del espacio público era flagrante a través de una construcción tipo cambuche”, destacó la Gerencia de Espacio Público y Movilidad.
El espacio restituido
La estructura de madera con cerramiento en listones del mismo material, cubrimiento en papel y cubierta inclinada de zinc, de 1.70 x 1.70 metros aproximadamente, se construyó sobre una plantilla de concreto después de la línea de cerramiento del parque La Marina y sobre el área de retiro definido, “por este motivo se encuentra ocupando indebidamente espacio publico”, detalló la Gerencia.

A esto “se suma la ocupación de un espacio destinado para la inserción arbórea, lo cual es importante para aumentar el índice arbóreo”. Y la “discontinuidad del paisaje que se genera a partir de la ocupación de estas estructuras dentro del Centro, considerado Patrimonio de la Humanidad”.
Jairo Bernardo Martínez, de 63 años y residente en El Pozón, era el propietario del cambuche destruido.
“Hace 20 años un sargento retirado de la Base me puso ahí. Yo vendía agua en un carrito y él me dejó poner en ese sitio fijo, para que no me cansara. Era una chacita, pero un día llovió, se me mojaron las cositas y me dieron la idea de hacer algo para meterlas”, dijo.
Más adelante, por un robo, “un muchacho me ofreció poner unas tablas para reforzar la chaza y la adornaron con papeles de papitas, De Todito, para que se viera mejor. Ese fue el error. En estos días me formaron problemas, que no podía estar aquí, y aunque estoy en un censo, en espera de desalojo colectivo, llegaron ayer y me lo tumbaron. Supliqué que no lo hicieran, que era mi sustento, pero me desalojaron y ahora estoy vendiendo agua en el aire”.
¿Te gustaría recibir en tu celular las noticias más importantes del día? Da clic aquí y escríbenos a WhatsApp.
