La curva que da inicio a la vía Perimetral, a la altura del barrio San Francisco, sigue siendo motivo de pánico colectivo porque allí, según la denuncia de algunos ciudadanos, se cometen la mayoría de ilícitos en la zona. La razón de ese flagelo sería la alta vegetación que bordea la carretera, donde al parecer se esconden los delincuentes para salirle al paso principalmente a motorizados para intimidarlos y despojarlos de sus pertenencias.
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Algunos vecinos, que pidieron mantener sus identidades en reserva, expresaron que los matorrales hace muchos años no son cortados, por lo que su elevada altura es propicia para que los bandidos se camuflen y hagan sus fechorías, dañándoles la tranquilidad porque temen que en cualquier momento se produzca un enfrentamiento entre victimarios y víctimas, y resulte herida alguna persona inocente. La mayoría de hurtos se cometen cerca al sector donde están las coloridas letras que dicen ‘Cartagena’, y aunque recientemente hubo una importante poda de vegetación, aún hay varios tramos con el monte crecido.
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La comunidad afirmó que antes de la pandemia por el COVID-19 en esa zona se sentía la presencia de la Policía que hacía rondas permanentes, pero desde hace más de un año dejaron de circular con la misma frecuencia.
“La Policía sí hace rondas varias veces al día, pero los delincuentes al estar escondidos detrás de esos matorrales no logran ser vistos, por eso pedimos un par de unidades fijas en ese punto”, señaló una moradora del sector, solicitando además una poda urgente a toda la vegetación cercana.