El pasado domingo 13 de junio, el parque del Reloj Solar, en el Pie del Cerro, fue el epicentro de una llamativa actividad de alimentación a personas vulnerables, entre las que se contaban vendedores ambulantes, habitantes de la calle y transeúntes del común que aprovecharon para degustar de un exquisito plato de arroz con pollo y jugo.
Omar Rodríguez fue uno de los beneficiados con la jornada. Él, un joven de origen venezolano que se rebusca el día a día limpiando los vidrios de vehículos en un semáforo de la zona, aseguró que no se esperaba esa gran ayuda y agradeció por haber recibido buenos alimentos sin tener que pagar a cambio.
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“Para poder comprar un plato así tan sabroso tengo que trabajar duro varias horas, a veces el día se complica tanto que el dinero no alcanza para alimentar a toda la familia, a veces solo se puede comer una vez al día. Este almuerzo lo agradecemos mucho”, afirmó el joven.
Y así como él, fueron 200 las personas que se favorecieron con la iniciativa, la cual estuvo liderada por la empresa Ecodivers. En la jornada también estuvo la Fundación Cartagena sin hambre, y el propósito de ambas es apostarle a la solidaridad con el pueblo cartagenero en medio de la difícil situación económica por la pandemia.
“Esta fue nuestra primera experiencia de solidaridad y esperamos que sean muchas más, esto hace parte de nuestra responsabilidad social empresarial. No solo repartimos los almuerzos sino que entregamos 200 tapabocas y aparte entregamos premios a los artistas callejeros que participaron de nuestro programa de bioseguridad. Así mismo, tuvimos el respaldo de la Policía Nacional”, aseguró John Palma, vicepresidente de Ecodivers, compañía que dispuso la logística y el recurso humano para que todo resultara exitoso.
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De igual forma, Nedin Rodelo, abogado penalista, a través de la fundación Cartagena sin hambre ha impactado a decenas de ciudadanos y espera seguir aportando su granito de arena a los más vulnerables.
“Nuestra intención es llegar a los sectores más humildes de Cartagena donde existe mucha hambre, y mitigar un poco esa necesidad de alimentos. Hace siete años emprendimos esta tarea, la pandemia nos ha limitado un poco pero aquí estamos nuevamente para ayudar. Ecodivers hoy realizó un valioso aporte a la ciudadanía y nosotros estamos abiertos a trabajar de la mano con más empresas para consolidar esta tarea”, aseguró el jurista.
Son varias las fundaciones en la ciudad que realizan labores similares, así como personas naturales que lo hacen sin esperar contraprestación. Todo es por amor al prójimo.
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En el caso de la Fundación Cartagena sin hambre, su fundador asegura que de niño pasó muchas necesidades porque su familia era de escasos recursos, es por ello que hoy siendo un profesional con un estatus importante en la sociedad, quiere ayudar a esos pequeños que crecen igual que él lo hizo.
“Crecí en el barrio Fredonia y sé lo que es tener hambre, por eso nace nuestra campaña de solidaridad. Contamos con 12 personas en el equipo, todos ayudando a la cocina, a repartir, a conseguir los alimentos, llevando mensajes de no a la droga. Los recursos son propios y de amigos que queremos contribuir a mitigar esas necesidades. Ya hemos estado en más de 12 barrios”, añadió Rodelo.
Limpieza de parques, arreglo de pinturas, campañas educativas, entre otras labores también realizan los integrantes de la fundación. Este domingo estarán en el barrio Nelson Mandela.
