En Cartagena los casos de crueldad y maltrato animal lamentablemente son frecuentes. Uno de los hechos más indignantes ocurrió el fin de semana pasado cuando se descubrió que un perro había sido amarrado a una boya en la bahía de la ciudad. El hecho fue denunciado por navegantes que transitaban por el sitio e inmediatamente fue reprochado por la Alcaldía, que aseguró que busca a las personas que cometieron la atrocidad.
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“Este es un hecho que rechazamos de manera categórica y que no pasaremos por alto. Por eso, dimos instrucciones a la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) para que adelanten las labores pertinentes que ayuden a dar con los responsables y aplicarles las sanciones a que haya lugar”, fueron las palabras del alcalde (e) David Múnera.
El funcionario agregó: “Queremos recordarle a la ciudadanía que en el gobierno del alcalde William Dau somos respetuosos de la vida de todos los seres, sin importar si se trata de humanos o animales. Todas las vidas se deben proteger”.
En Cartagena eso no parece entenderse. Aún son muchos los animales que deambulan desamparados por las calles y los equinos que son utilizados para transportar cargas pesadas, en contravía de los pilares de la protección y el bienestar animal.
En esa materia, el Distrito aún tiene una deuda que aspira a saldar en esta administración, en cumplimiento de órdenes judiciales que así lo exigen y a lo planteado en el Plan de Desarrollo.
Los fallos judiciales
Son varias las órdenes judiciales relacionadas a la protección y el bienestar de los animales de Cartagena que aún no se han acatado.
Juan Carlos Cárcamo, abogado animalista, explica que en el 2017 el Juzgado Sexto Administrativo ordenó la creación de un centro de bienestar animal y realizar campañas de esterilización masiva para los animales callejeros. A pesar de que el mismo Tribunal Administrativo de Bolívar ya confirmó la decisión, aún no se cumple esa orden.
Lo mismo ocurre con un fallo del Juzgado Octavo Administrativo, que ordenó la sustitución de los vehículos de tracción animal (VTA).
“Todavía no se han cumplido ninguno de estos fallos. El Juzgado Sexto Administrativo, que fue el que ordenó las esterilizaciones masivas y el centro de bienestar animal, se encuentra requiriendo al Distrito de Cartagena para que cumpla este fallo judicial. Se están haciendo las audiencias de verificación, pero a la fecha no se ha visto acción por parte del Distrito. Con respecto al proceso de sustitución de VTA, incluso, hay un incidente de desacato abierto en contra del alcalde mayor”, señaló Cárcamo.
El abogado anotó que por este motivo le ha tocado a las fundaciones y asociaciones protectoras de animales apersonarse de la situación y atender ellos mismos a la fauna callejera, brindándoles alimento y muchas veces también esterilizaciones y atención veterinaria, pero señaló que igualmente es necesario que el Distrito asuma su competencia en el asunto.
“La idea es que el Distrito cumpla con estas obligaciones que están contempladas en la Ley 1776 de 2016 que penalizó el maltrato animal, en el Estatuto de Protección Animal y en el Código Nacional de Tránsito (...) Por estos motivos es necesario que se inicie de manera inmediata un plan de trabajo para ayudar a consolidar la protección animal en Cartagena”, dijo Cárcamo.
Recalcó que además del bienestar animal, estas acciones implican proteger los derechos colectivos de los cartageneros a un ambiente sano y a evitar que haya un problema de salud pública por la proliferación de animales callejeros sin control.
“Estamos avanzando”
Luisa Horta, directora de la Umata, explicó que desde la entidad están trabajando para cumplir los fallos con el apoyo de otras dependencias que también están vinculadas al programa de protección y el bienestar animal, tales como las alcaldías locales y el Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis).
Con respecto a la esterilización, indicó que la meta es esterilizar a 800 animales callejeros en 2021. Para el 2023 esperan contar con dos albergues transitorios para la atención integral de los animales que más lo necesiten.
“Este año, Dios mediante, podremos contar con un albergue, aunque con esto tampoco queremos promover el abandono. Este será un lugar donde los animales van a recuperarse si necesitan una cuarentena o una curación, la idea es que allí solo se mantengan los animales que lo requieran”, dijo Horta.
Sustitución de los VTA
Sobre la sustitución de los VTA, afirmó que ya tiene un censo de 274 y la meta es sustituir el 100% de estos de la mano del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT).
“La idea es que estas personas cambien de actividad en la medida que ya no manejen un caballo, burro o asno, sino un vehículo alternativo como el motocarro, eso es responsabilidad del DATT. Lo que hace la Umata es recibir a todos estos animales una vez ocurra esta sustitución y llevarlos a un lugar donde se puedan recuperar y finalmente ser entregados en adopción”, explicó Horta, asegurando que estas tres acciones ya están dentro del plan de acción de la Umata.
Cultura ciudadana, vital
Transversal a todas estas acciones está la cultura ciudadana con relación a los animales, que si bien es favorable por parte de quienes se animan a atender a esta población, de otras personas deja mucho que desear por la cantidad de casos de crueldad animal que se siguen registrando.
Según cifras de la Policía, en lo corrido del 2021 se han realizado 144 acciones en contra del maltrato animal y otras 234 de sensibilización, impactando a 2.880 personas.
“Es muy triste lo que pasa en Cartagena, tenemos una cultura donde parece que el animal es un objeto y no un ser vivo que, como dice la ley, debemos protegerlo. Existe una cultura que parece no tener amor por los animales, nosotros quisiéramos cambiar eso y que el abandono no existiera, porque si se calculan los recursos que se necesitan para esterilizar a aproximadamente 250 mil animales callejeros, la cantidad es abismal y en medio de tanta necesidad y pobreza que padecemos, los recursos parecen priorizarse hacia otros lados y no a la protección animal”, indicó Luisa Horta, directora de la Umata.
Cabe anotar que el presupuesto de esta entidad ha venido disminuyendo desde l 2019, casi en un 40%. “La solución final al problema es que nos unamos y no abandonemos a los animales; si no lo hacemos, no habrá animales atropellados ni desprotegidos, se debe hacer pedagogía en favor de un trato digno a los animales”, puntualizó Horta.
En caso de presenciar algún caso de maltrato animal, puede comunicarse a la línea de emergencia 123 o al celular 3143473709, disponibles las 24 horas.