Tras los estragos que dejó la tormenta tropical Iota, más de 500 familias que estuvieron en riesgo recibieron refugio y ayudas humanitarias dispuestas por el Distrito para atender la emergencia. Mientras la situación se superaba, poco a poco las familias damnificadas fueron retornando a sus hogares. Hasta este sábado, casi un mes después, la última familia abandonó voluntariamente el coliseo de Combates Rocky Valdez.
Durante este periodo, la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo de Desastres (OAGRD) junto a entidades públicas y privadas y la ciudadanía apoyaron la atención de todas las familias y se continuará con el respectivo seguimiento para asegurar su bienestar.
A medida que las familias retornaban, la OAGRD entregó asistencia humanitaria a cada una de ellas, y de inmediato se inició un programa de subsidio temporal de arriendo para aquellos que cumplan con los requisitos para ser favorecidos, principalmente el haber perdido la condición de habitabilidad en sus viviendas a causa de las lluvias.
Fernando Abello Rubiano, director de la OAGRD, señaló que se procederá a la desinfección del coliseo para hacer entrega formal nuevamente al IDER, encargado de la administración del lugar. “Agradecemos a todas las entidades y dependencias distritales que pusieron su grano de arena y aportaron presencia permanente en los albergues desde el 14 de noviembre hasta la fecha”, dijo Abello.