El canal Amador y Cortés, que atraviesa al barrio Armenia, es de los pocos en la ciudad que cuenta con una canalización. Sin embargo, desde que se construyó hace alrededor de 27 años, nunca ha recibido un mantenimiento completo y ya varias placas están desprendidas.
La comunidad asegura que son muchos los perjuicios que les causa el mal estado de esta estructura, pues hay proliferación de ratas y mosquitos; hay vegetación elevada, el agua ha socavado la tierra y ha afectado a varias viviendas y colegios cercanos. También hay un alto índice de inseguridad. De esos problemas, los dos últimos son los que mantienen en vilo a los vecinos, quienes temen que en cualquier momento una pared se desplome sobre alguna persona, o que algún delincuente, al usar el caño para esconderse tras cometer alguna fechoría, hiera a un residente.
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“El caño tiene más de 12 años destapado, enmontado y sus bases y placas se están cayendo poco a poco. Eso ha causado afectaciones a la infraestructura de las viviendas aledañas. De igual forma, suelen salir roedores y reptiles que se meten a las casas, ya hemos tenido mordeduras de ratas y culebras, es muy preocupante porque podemos tener enfermos de leptospirosis o algo peor”, señaló Carlos Vanegas, presidente de la Junta de Acción Comunal de Armenia.
Los residentes contaron que hay muchos habitantes de la calle que han improvisado cocinas dentro del canal, dejando los desechos en el suelo y causando más contaminación en la zona. Allí mismo también hacen sus necesidades fisiológicas y hasta han adaptado camas para dormir.
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“Necesitamos que la Alcaldía venga y siente un precedente, debemos recuperar el canal Amador y Cortés, le urge una intervención. El barrio Armenia le hace este llamado al Distrito, antes de que la situación empeore”, finalizó Vanegas.
Los moradores también le solicitaron a la Policía Metropolitana de Cartagena aumentar los patrullajes en la zona, para hacerle frente a la delincuencia que los azota.