Continúa la alerta en Cartagena por la aparición de los caracoles africanos, catalogados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como una de las 100 especies invasoras más perjudiciales para el ecosistema y que genera un impacto en la salud humana.
El Establecimiento Público Ambiental de Cartagena (EPA) dio a conocer que en lo corrido del año ha atendido más de 120 llamados de la ciudadanía por la presencia de éstos crustáceos.
El ente ambiental indicó que en cada caso que se atiende se hallan hasta 100 caracoles y huevos de los mismos, toda vez que se reproducen exageradamente.
Los casos se han registrado en Bocagrande, Castillogrande, El Laguito y Pie de la Popa. En barrios como Blas de Lezo, El Socorro, El Recreo, Manga, Los Calamares, Nuevo Bosque y Bruselas también se han reportado pero en menor cantidad.
¿Cómo diferenciar el caracol africano del nativo?
El EPA manifestó que si bien diferenciar el caracol africano con el normal o nativo no es sencillo hay que tener en cuenta que este tiene una concha cónica con rayas longitudinales de color marrón oscuro y beige muy marcadas, su tronco y cabeza tienen textura gomosa y de color marrón.
Puede alcanzar hasta los 30 centímetros de longitud y la concha del caracol en su parte final posee entre 7 y 9 espirales.
El caracol nativo su concha es cónica, color hueso, gris o pardo claro, con líneas suaves o casi inexistentes y su tamaño es hasta 5 centímetros.
Es de precisar que el caracol africano es una especie invasora que ocasiona graves enfermedades como la meningitis, la bronquitis, la estrongiloidiasis, entre otras, se reproduce por huevos en la arena y la humedad.

Recomendaciones
Ante la presencia del caracol africano, el EPA emitió unas recomendaciones para la ciudadanía:
- No tocar los caracoles y evitar el contacto con la baba, especialmente con ojos, nariz, boca y heridas.
- Lavar inmediatamente sus manos, si tocó al caracol o cualquier superficie que pueda haber estado en contacto con baba o heces del caracol.
- No utilizar el caracol como mascota o carnada.
- No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños y adultos, mascotas, fauna nativa, cultivos y contaminar el suelo, las aguas y los alimentos, con el mismo.
- Eliminar del jardín basura, escombros, restos de madera o cualquier elemento que pueda ser usado como refugio por el caracol.
- Capturar los caracoles, cuando sea necesaria su manipulación, sin tocarlos directamente con las manos, usar guantes o sino avisar al EPA a través de atencionalciudadano@epacartagena.gov.co.
- Acumularlos en recipientes o bolsas bien cerradas con cal o sal, para su posterior disposición final.