Conductores de busetas de transporte público de la ruta Campestre – Castillo se comunicaron con este medio para denunciar que la empresa en la que trabajan supuestamente no les está pagando la seguridad social y tampoco les está entregando ningún beneficio otorgado por el Gobierno nacional.
Según los afectados, desde que se inició la pandemia por el COVID-19 la compañía tomó medidas que les han afectado las finanzas, principalmente porque al parecer ya no trabajan por tarifa diaria sino por un salario mínimo fijo, que no compensa los esfuerzos ni el tiempo dedicado al cumplimiento de las labores.
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Sus aseveraciones las dieron bajo la condición de anonimato, ya que no quieren que por denunciar estos hechos los directivos tomen represalias y los dejen sin trabajo. Lo que quieren es un pago más justo, sobre todo porque, --afirmaron- los ingresos han aumentado en las últimas semanas con la suspensión de algunas medidas restrictivas que permiten a más ciudadanía salir a las calles.
“Aquí estamos ganando prácticamente un mínimo, a las busetas les pusieron un censor para controlar el número de pasajeros. Tampoco nos están pagando las prestaciones sociales, cuando alguien se enferma es que salen corriendo a activar el seguro, los demás seguimos sin salud porque cuando llamamos a coger una cita médica nos aparece que estamos desactivados”, indicó uno de los conductores.
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Añadieron que hace un par de semanas realizaron una manifestación para llamar la atención de las directivas de la empresa y obtener soluciones, pero la situación no ha mejorado.
Este medio intentó comunicarse con funcionarios de la empresa Coointracar para conocer su posición frente a estas acusaciones, pero no fue posible entablar diálogo. Los números telefónicos que aparecen en internet tampoco fueron contestados.