“Queremos que se haga justicia, que el culpable pague por lo que hizo, que esto no se quede así”. Ese es el clamor de uno de los familiares del menor Harold David Morales, quien murió el pasado lunes, tras recibir un balazo de la Policía, en el barrio San Francisco.
“Estamos buscando la forma de hacer visible esta situación tan injusta y que se haga algo”, añadió un allegado. El viernes, familiares, amigos y la comunidad en general participaron en una velatón donde oraron por el alma del chico, quien jugaba en una escuela de fútbol de Cali y estaba en Cartagena pasando la cuarentena.
Hoy, en horas de la mañana, organizaron una caminata pacífica por las calles del mencionado barrio, donde vestidos de blanco, usando pancartas y banderas blancas, manifestaron su inconformidad.
“Harold no estaba en ningún enfrentamiento, él estaba trabajando en un lavadero de motos, cuando llegaron unos policías y le pidieron que lavara su moto, luego se tornaron agresivos y le pegaron a Harold, este salió corriendo y uno de los uniformados le disparó por la espalda. Dicen que fue una pelea entre pandilleros pero la misma comunidad es testigo de que eso es falso, esto fue un abuso de autoridad”, apuntó.
La Policía Metropolitana de Cartagena había informado que el menor estaba en un enfrentamiento y portando un arma de fuego, por lo que los uniformados llegaron al sitio para controlar la situación. Siguen las investigaciones para esclarecer lo sucedido.
