La trágica muerte de un joven deportista en el barrio San Francisco mantiene conmocionada a toda la comunidad, que lo calificó como una persona seria y con muchos deseos de superación. Jugaba fútbol en una escuela de Cali y se proyectaba como un jugador de exportación, pero por la pandemia regresó a Cartagena a estar con su familia, aguardando el momento de volver a su club. Aquí, la bala que salió del arma de un policía truncó sus sueños y sembró dolor en sus familiares y conocidos.
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Mientras el confuso hecho es investigado por las autoridades, los jóvenes del barrio que lo conocían no salen de la consternación y la indignación, asegurando que Harold Morales Payares nunca fue de problemas, no se metía con nadie y su principal objetivo era ser futbolista profesional.
Ellos, que lo vieron crecer y que adelantaban un proceso de resocialización para poner fin a sus peleas, paralizaron la firma de los acuerdos y la entrega de armas que tenían programada para esta semana.
Édgar Herrera, líder comunal del sector California, señaló que justamente esa pérdida truncó el proceso que adelantaban los jóvenes del barrio, quienes solían sostener riñas entre ellos en el pasado. “Ya tenemos más de tres meses que aquí no se ve una sola pelea. Hemos avanzado con estos muchachos, los hemos reunido, queremos rescatarlos de esas malas andanzas porque esas riñas no tienen ningún sentido. Ellos lo que necesitan es apoyo para salir adelante y ser personas de bien. Son cerca de 100 pelaos los que hacen parte de este proceso, esta semana iban a firmar la paz y a entregar las armas”, señaló el gestor comunal.
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Se trata de residentes de calles como La Cuneta, Los Espelucados, El Pasillo, El Oriente, entre otros de esa zona, cercana a donde ocurrió la falla geológica en el 2011.
Dentro de las actividades para ocupar el tiempo, a los adolescentes se les había conseguido una maquinaria para que limpiaran las áreas públicas y zonas verdes de San Francisco, cosa que los tenía muy contentos porque les estaban dando almuerzos, refrigerios y realizaban algo útil en beneficio de sus vecinos.
“Son actividades sociales sin ánimo de lucro, esperamos que las ayudas para ellos lleguen pronto. Esos jóvenes que antes peleaban ahora son amigos, andan juntos, ya no hay peleas en este sector ni fronteras imaginarias. Esta semana iban a entregar las armas, pero por la muerte del futbolista todos ellos están tristes, por eso la actividad se dejó para la próxima semana. Allí estarán sus padres y las autoridades certificando este gesto de paz en San Francisco”, añadió el también líder cívico Wilson Fuentes.
De momento, esta comunidad espera que las autoridades den la cara por lo ocurrido con el muchacho fallecido y que haya justicia.