Un problema eterno. En eso se ha convertido el canal Matute que atraviesa el barrio Las Palmeras y que cada vez que llega la temporada de lluvias se desborda hacia las calles aledañas, afectando a decenas de viviendas.
Las familias del barrio aseguran que cuando hay aguaceros el agua se les mete a las casas y les llega hasta las rodillas. Incluso, a veces han encontrado culebras y toda clase de desechos flotando en las corrientes.
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Cielo Sánchez, reconocida gestora social del lugar, señaló que aparte de las casas también se ven afectados espacios comunales insignias del barrio como el hogar infantil, la inspección de policía, el centro de vida, el centro cultural y la cancha deportiva, que durante años han sufrido los estragos de las inundaciones por estar en la calle adyacente al canal.
“Nos han prometido muchas veces la canalización de este caño, también nos han dicho que van a construir un parque lineal, pero todo ha quedado en palabras. Han pasado varios alcaldes y funcionarios y nunca nadie se ha apersonado de esta situación. Las Palmeras es un barrio sin dolientes en la administración. También nos dijeron que iban a construir una solución con el Plan Maestros de Drenajes Pluviales, todas han sido palabras al aire. En estos momentos de lluvia volvemos a padecer porque las aguas no tienen por dónde seguir su curso y se sale a las calles, la gente sufre, ese es un problema eterno”, argumentó Sánchez.
La parte más crítica del canal es a la altura del puente vehicular, ya que sus bases están deterioradas y alrededor de ellas se aglomeran basuras y principalmente matorrales que dificultan más el flujo de las corrientes.
De momento, la comunidad solicita al Distrito una limpieza urgente a este cuerpo de agua, con maquinaria pesada, para que mermen las afectaciones.