El barrio Nuevo Campestre tiene dos preocupaciones. La primera es la inseguridad que los azota día a día, y la segunda es la indisciplina social que se vive cada fin de semana, en donde algunos residentes prenden sus equipos de sonido a alto volumen sin importarles los perjuicios al prójimo.
La denuncia fue hecha por líderes comunales del barrio y vecinos que pidieron reserva de sus identidades por razones de seguridad. Aseguraron que la delincuencia ha aumentado en sus vías principales y calles, a tal punto que la semana pasada se registraron tres homicidios. El primero fue el de un transeúnte que por resistirse a un atraco lo balearon y murió tras varios días hospitalizado. Y los otros hacen parte del doble asesinato en un taller del sector Sagrado Corazón, que hace parte del Nuevo Campestre y no del vecino barrio 20 de Julio, como se ventiló en su momento.
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“Hemos hecho reuniones con diferentes comandantes de policía, pero no han servido, los bandidos tienen esta zona de recocha, hacen y deshacen sin que nadie les haga frente. La gente tiene temor hasta de salir de sus casas”, precisó un morador.
Respecto a la situación presentada cada fin de semana, sostienen que se ha vuelto intolerable porque el escándalo que forman los equipos sonoros perturba la tranquilidad de quienes reposan en sus casas aguardando el aislamiento para protegerse del COVID-19.
“La indisciplina social se disparó, ponen música alta, hacen parrandas, toman licor y ya se han registrado varias peleas callejeras. Esas personas no son conscientes de lo que vive el mundo a raíz del coronavirus, no hay respeto por la vida ni por sus familiares. Lo peor es que uno se cansa de llamar al cuadrante de la Policía y no vienen, por eso es que la gente hace lo que le da la gana”, alegó otro vecino.
La comunidad destacó que anteriormente el Nuevo Campestre era un barrio tranquilo, silencioso, de paz, pero con el pasar de los años se ha ido descomponiendo. Indicaron que el parque principal del barrio, que está entre dos calles internas, también es usado por grupos de jóvenes los fines de semana para tomar, formar desórdenes y lo peor es que no cumplen con las debidas medidas sanitarias.
“Se va a enviar una carta a la Secretaría del Interior, firmada por varios vecinos, en donde expondremos la queja para que tomen las medidas a las que haya lugar. Estamos en medio de una peligrosa pandemia y aquí la gente, apenas se mete el fin de semana, lo que hace es convertir los frentes de sus casas en cantinas”, finalizó otra denunciante.