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Cartagena

El Pozón le apuesta a la autosostenibilidad mediante patios productivos

La comunidad emprendió un proyecto para producir sus propios alimentos. La meta es crear una red de cultivos capaz de abastecer al barrio.

El Pozón le apuesta a la autosostenibilidad mediante patios productivos

Los patios están en el sector 20 de Enero del barrio El Pozón. // Cortesía.

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Dicen que la verdadera revolución comienza con la soberanía alimentaria, cultivando los propios alimentos. Y eso es lo que intentan hacer en el barrio El Pozón, donde en medio de la pandemia, que ha dejado a tantas personas sin empleo y con hambruna, un grupo de habitantes de esta zona popular de la ciudad se ha propuesto emprender a través de aquel insumo que brinda la naturaleza misma para poder subsistir: la tierra.

De este modo en el sector 20 de Enero poco a poco va tomando forma un patio productivo artesanal con siembras de yuca, plátano, patilla, maíz, hortalizas, ahuyama, ají y otras frutas y verduras que buscan ser el sustento de decenas de familias que viven en este sector.

La iniciativa parte de la Corporación Ambiental y de Gestión del Riesgo Flor de Guayacán, una organización comunitaria en El Pozón que con el apoyo que le ha dado la Fundación Grupo Social está implementando los patios productivos en el barrio.

“Antes de la pandemia a nosotros nos trajeron un capacitador del Sena para hacer los patios productivos, nos dieron las primeras indicaciones pero luego con la cuarentena tocó suspender todo, pero nos habían quedado todos los productos, entonces tuvimos la iniciativa de formar los patios productivos con la poca enseñanza que nos había dado el instructor y comenzamos a implementarlos en los patios”, explica Miriam Correa, gestora social que hace parte de la corporación.

Según Correa, en medio de la coyuntura el mantenimiento de los patios se hace guardando la distancia y el protocolo de bioseguridad, todas las labores de adecuación, siembra, limpieza y fumigación se hacen bajo las medidas recomendadas por las autoridades y con el apoyo de padres de familia y niños que se han involucrado en este proyecto de sostenibilidad.

“La importancia de esta iniciativa es que así lo niños y los padres van teniendo más conciencia ambiental y se van empoderando más en las cuestiones campesinas, algo que es nativo del barrio porque esto comenzó siendo puro arroz, y esas tradiciones ya se estaban perdiendo. Además esto es algo natural, fresco, no tiene ningún químico porque todo es artesanal, contribuye a disminuir la escasez de comida y también nos enseña a amar a la naturaleza”, explica Miriam.

La meta

El objetivo de todo esto según la comunidad, es que el modelo se comience a replicar en otros sectores de El Pozón, como ya lo están considerando los sectores Nueva Cartagena, Isla de León, La Unión, Los Ángeles, Miramar y otras familias que se han motivado y quieren iniciar huertas caseras en sus hogares.

“Si todas las personas son conscientes se puede hacer una red de cultivos en nuestro barrio y así implementar un mercado campesino donde podamos vender todos los productos que ahí van saliendo, esto también ayuda a la economía de los hogares y minimiza la pobreza extrema en la que vivimos”, señala Correa, quien resalta el compromiso y el interés de parte de los residentes.

Sobre Flor de Guayacán

La Corporación Ambiental y de Gestión del Riesgo Flor de Guayacán de El Pozón tiene cuatro años de haberse fundado con la ayuda de la Corporación Educativa Nuestro Esfuerzo, colegio en el cual se hizo un vivero en conjunto con 20 niños de la institución a los que luego se fueron sumando otros menores para un total de 80 niños que actualmente conforman la corporación.

El grupo se encarga de sembrar plantas en los viveros y luego trasladarlas y ubicarlas en parques o zonas del barrio donde se necesiten.

“Esta corporación trata de enseñarle a los niños sobre el cambio climático, cómo deben tratar la naturaleza, les enseñamos a reciclar, todo es sin ánimo de lucro. Contamos con algunos implementos que nos ha regalado algunas fundaciones como pala, pico, máquina de fumigación y otros”, dice Miriam Correa.

En total la corporación ha sembrado aproximadamente 600 corales, 200 árboles maderables para sombra y 120 árboles frutales, los cuales son apadrinados por algunas familias que se encargan de prestarles el cuidado necesario para su conservación.

“Nosotros hemos hecho enlace con Pacaribe, con el EPA, la Universidad de Cartagena, la Universidad del Sinú y cuando los jóvenes vienen acá a hacer una tesis o necesitan algo siempre estamos prestos a ayudarles”, afirma Miriam.

La alianza más reciente fue hecha con otras corporaciones ambientales del barrio Olaya Herrera que se llama Ecovida y que busca hacer una limpieza integral de los caños y lagos que atraviesan la comuna 6 con el fin de seguir contribuyendo al cuidado del ambiente y apostar por el desarrollo sostenible.

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