En un informe de más de 100 páginas la Sociedad Colombiana de Ingenieros, SCI, recopila los resultados del estudio hecho a la torre del proyecto Aquarela que evidencia fallas estructurales en su construcción por lo cual la torre no soportaría los cambios de diseño requeridos para restituir el espacio público que ocupa de forma indebida.
Los resultados del informe técnico llevaron a la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez Camacho, y al procurador General de la Nación, Fernando Carrillo Flórez, a ordenar al alcalde de Cartagena, William Dau Chamatt, la demolición de la obra como “única alternativa para proteger el Patrimonio Histórico Cultural de Cartagena”. Lea: Tras identificar fallas estructurales, ordenan demolición del Aquarela
De acuerdo con el estudio, el edificio que se alza en el barrio Torices y a escasos 200 metros del Castillo San Felipe, no cumple con parámetros de sismicidad ni resistencia al fuego.
German Pardo, presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, entregó detalles del informe hecho sobre los planos de la estructura que recibieron por parte de la Fiscalía Seccional en la ciudad.
En el documento, la SCI expone deficiencias en los resultados de las cargas sísmicas, cimentación y muros estructurales, entre otros aspectos.
“La norma NRS-10 tiene varios capítulos. Y para cada capítulo hay unos requerimientos. Para el capítulo de pigmentaciones que es el capítulo H, y este capítulo tiene toda metodología dependiendo del tipo de edificio o de vivienda que se vaya a construir. En este caso en particular se hizo un barrido completo en relación con los diseños que nos entregó la Fiscalía, los expertos de la sociedad en geotecnia comenzaron a revisar punto por punto la misma secuencia que lo obliga a uno la norma a desarrollar para el diseño de las sigmentaciones”, dijo Pardo en entrevista con La W radio.
El experto señaló que la SCI como órgano consultivo del Gobierno Nacional, se ciñe a la norma dentro de su evaluación.
“Se evaluaron la cantidad mínima de sondeos exploratorios, eso está normatizado. Mínimo por el área y por la altura no cumplieron e hicieron mucho menos investigación de la que se requería. La justificación de los criterios es algo que exige la norma, la descripción de la metodología de cálculo, las memorias de cálculo hay que presentarlas de una manera detallada, el análisis de los valores límites de asentamiento, por ejemplo, es algo que debe estar incluido en el informe”.
Pardo explicó que los constructores de Aquarela se pasaron por alto los estudios sobre los suelos. “En Cartagena es muy importante hacer un estudio de si los suelos son potencialmente licuables, son expansivos, son erodables o son colapsables, También hay algo que es el espectro para cada tipo de suelos. En Cartagena para este caso debieron utilizar suelo tipo B y utilizaron para el espectro tipo D a pesar de que las recomendaciones internas de sus estudios decían que era tipo B. Eso hace que los espectros de aceleración de gravedad sean menores y la estructura de sigmentaciones es mucho más liviana”.
El presidente de la SCI indicó que los diseños estructurales también se “revisaron muy detalladamente” y que incluso elaboraron una matriz sobre los aspectos que no se ceñían a la norma.
Cabe recordar que este estudio fue solicitado en 2019 por la Procuraduría General de la Nación al Ministerio de Cultura, por intermedio del Procurador Delegado para la Conciliación Administrativa, a fin de determinar los mecanismos para hacer efectivas las medidas ordenadas en la actuación policiva urbanística, y verificar el cumplimiento de los requisitos técnicos de la edificación.
“El capítulo final de esta historia es que esto se está convirtiendo en un problema de seguridad para los ciudadanos del Distrito de Cartagena. Un problema además que busca evitar una tragedia y por eso la orden que le fue dada a la autoridad distrital, al señor alcalde de Cartagena y que estoy seguro que va a cumplir porque tiene el respaldo técnico. Aquí termina la incertidumbre con este proyecto, se pone fin a esta historia”, sostuvo ayer el procurador Fernando Carrillo.
Frente al proceso de demolición, el ingeniero Pardo explicó que a las empresas expertas en demoliciones les tomaría un mes evaluar la metodología más eficaz para llevar a cabo el procedimiento. Le puede interesar: “Desconocemos los resultados del estudio”: constructores del Aquarela
Agregó que dicho trabajo de demolición podría tener un costo de 2.000 millones de pesos.