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Cartagena

Quejas por mujer que está viviendo en la casa comunal y se niega a salir

Vecinos de Chapacuá piden ayuda para la sede de la JAC porque desde allí salen olores putrefactos que se riegan en la calle y nadie les ha solucionado el daño.

Quejas por mujer que está viviendo en la casa comunal y se niega a salir

Esta es la sede comunal del barrio Chapacuá, que se ha vuelto un problema en los últimos días para los vecinos. //Fotos: Luis Herrán

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En estos tiempos de pandemia en Cartagena, muchas han sido las querellas de los ciudadanos, especialmente los que residen en barrios vulnerables, en contra de sus propios líderes comunales por el tema de las ayudas humanitarias, siendo esto algo que no depende estrictamente de ellos sino de la Alcaldía.

Sin embargo, en Chapacuá hay una queja contra los líderes y no es propiamente por un asunto derivado del COVID-19, sino porque la sede donde funcionan la Junta de Acción Comunal y la Casa de la Juventud, tiene falencias en su sistema sanitario y todas las aguas residuales del baño se riegan por la calle, generando olores insoportables.

Los vecinos afirman que el ambiente en la zona se puede comparar con el de una letrina, y que la situación está pasando desde hace más de 20 días.

“El baño de esa sede comunal está dañado, como que está tapado, no sabemos cuál es realmente su problema, lo cierto es que de allí salen aguas putrefactas y se riegan en toda la calle, la hedentina es fuerte. Hoy que amaneció lloviendo está peor”, sostuvo Liliana Rodríguez, una de las vecinas afectadas.

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“No tienen recursos”

Según la comunidad, esa sede ha sido usualmente alquilada para diferentes eventos y eso al parecer generaba unos recursos que servirían para solucionar temas comunales, como por ejemplo el que afrontan ahora con el baño de la misma JAC. Sin embargo, supuestamente varios moradores le han comunicado su malestar a los dignatarios de la JAC e incluso les enviaron hace poco una carta firmada por más de 15 vecinos, en la que les piden una solución, pero al parecer lo que han recibido como respuesta es que no hay dinero para el arreglo. Otra inquietud de la gente es que, supuestamente, en ese lugar está viviendo desde hace muchos días una mujer que se niega a salir y que está haciendo uso de dicho baño, por lo que la cantidad de aguas residuales ha aumentado. “Metieron a una señora ahí para ayudarla, ahí duerme, ahí se baña, ahí hace sus necesidades, eso ha aumentado el problema sanitario”, añadió otra residente.

Los afectados dijeron que más de 20 familias están sintiendo el impacto por los olores, y que, pese a que es la primera vez que sufren por ese problema, solicitan una intervención urgente de las autoridades para ponerle fin.

De este registro salen las aguas residuales que se riegan por la calle.
De este registro salen las aguas residuales que se riegan por la calle.

¿Qué responde la JAC?

Alfredo Lugo, presidente de la Junta de Acción Comunal de Chapacuá, explicó lo que sucede realmente con la sede. “Desde que empezó el coronavirus, una señora líder del barrio, que oficia como delegada de la JAC, no tenía dónde estar, nosotros le dimos permiso para que se quedara unos días en la casa comunal mientras ella encontraba un lugar para vivir. Lo hicimos de buena fe. Pero a raíz de eso se ha presentado el problema con las aguas residuales del baño que empezaron a salir porque hubo un daño en el registro debido al uso constante. Nosotros hemos conversado con ella, le hemos dicho las afectaciones que está teniendo la comunidad con los olores, pero hasta ahora ella no ha querido desocupar. Yo particularmente no tengo corazón para desalojarla, porque soy un ser humano y tengo familia, y tampoco quiero exponerla a ella a un hecho bochornoso con la inspección de Policía, pero también entiendo a la comunidad y la gente tiene toda la razón”, declaró Lugo.

El presidente también contó que la señora se ha tomado atribuciones que no le correspondían como meter en la casa comunal a una nieta de 9-10 años, a quien tiene viviendo en condiciones no aptas, y haber ingresado también a otra señora que duró varios días viviendo allí pero que por suerte ya salió.

“El llamado que le hacemos es a la familia, a sus hijas, para que se hagan cargo de la estadía de la señora, porque su instancia en la casa comunal se ha vuelto un problema para los demás habitantes”, finalizó Lugo.

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