Como la mayoría de negocios de la ciudad, Colombia y el mundo, un establecimiento comercial de esquina en el Barrio España cerró sus puertas cuando empezó la emergencia sanitaria por el COVID 19 y desde entonces los vecinos no han vuelto a saber de los propietarios, quienes supuestamente hasta la tarde de hoy no habían regresado al barrio. (Lea: Suben a 162 los casos de COVID-19 en Cartagena y a 3.439 en Colombia).
Hasta allí todo pareciera normal, de no ser porque una enorme carpa azul que protegía el lugar se desplomó con las brisas hace varias semanas y quedó a media altura, sembrando pánico en los habitantes porque quedó enredada con unas mangueras que están conectadas al medidor de gas natural.
La comunidad aseguró que allí también funcionaba un negocio de comidas rápidas y que esas mangueras le trasladaban el gas, pero al irse los dueños no tomaron las medidas de seguridad pertinentes y por eso existía un riesgo manifiesto en la calle 30, en plena zona universitaria y residencial.
“Estamos averiguando quiénes son los dueños para informarles de la situación y que vengan a enmendar el problema”, sostuvo en horas de la tarde de hoy Ayda Carrera, presidenta de la Junta de Acción Comunal del Barrio España.
El Universal le comunicó la situación de esta zona a la empresa Surtigas, que de inmediato tomó cartas en el asunto y envió a una cuadrilla de operarios para que inspeccionaran y tomaran las medidas a las que hubiese lugar. Fue así como en menos de una hora del aviso los trabajadores llegaron y retiraron toda la tubería expuesta, eliminando el riesgo para la comunidad. Además, el servicio se le suspendió provisionalmente al usuario por razones de seguridad.

