Si algo tienen en común las malas noticias, al menos en la mayoría de los casos, es que suelen ser inesperadas y dejan un desconcierto que duele, especialmente si lo que está en juego son tus sueños, o peor aún, tu vida y la de tu familia.
“¿Si a usted lo ponen a elegir entre salvar su vida o quedarse a esperar a que en cualquier momento un edificio le caiga encima que más puede hacer?”, se cuestiona con ojos llorosos Roque Figueroa.
Roque, al igual que las 8 familias que habitan el edificio Balcones de La Providencia, en el barrio La Providencia, recibieron el pasado sábado la noticia de que debían evacuar sus viviendas porque en cualquier momento la edificación podría venirse abajo, ya que al parecer fue mal construida. (Lea aquí: Distrito recomienda evacuación preventiva de otro edificio construido por los Quiroz)
El hecho causó conmoción entre los inquilinos, quienes desde ese momento buscaron ayuda entre sus amigos y familiares para tener un refugio y salvaguardar sus vidas.
Fue así como 48 horas después de haber recibido la advertencia, aunque el edificio seguía en pie, sus hogares, su tranquilidad y sus sueños terminaron desmoronándose y confinados junto a sus muebles y enseres en un camión en el que recorrerían un par de kilómetros buscando refugiarse y en el mejor de los casos esperando que la situación se resuelva lo antes posible.
“Jamás nos imaginamos pasar por una situación de estas y tener que abandonar nuestro hogar, pero primero están nuestras vidas, ahora nos toca acudir a la piedad y misericordia de nuestros familiares y amigos, para poder aguantar esta situación que nos ha venido por sorpresa”, dice Roque Figueroa mientras por una ventana de su apartamento, él, sus dos hijas y su esposa, ven salir una a una las pertenencias que con trabajo y dedicación su familia obtuvo.
De acuerdo con el afectado, hace cinco años, cuando se decidió a dejar de pagar arriendo y proveer a su familia con una vivienda propia, tuvo que hacer varios sacrificios para costear un cuantioso préstamo por más de $100 millones, que asegura pagó sin contratiempo a la constructora, que para su desgracia terminó siendo parte de la familia Quiroz, conocido grupo constructor de edificaciones ilegales en la ciudad.
“Las personas de clase media baja no tenemos la solvencia económica para cubrir una vivienda, hicimos un préstamo para cumplir con la obligación, la cual cumplimos de manera adecuada, pero ahora no sabemos qué va a pasar con nuestro dinero y nuestros hogares”.
Pese a su dolor, que en pocos segundos se transforma en lágrimas, dice que le agradece a Dios porque pudieron darse cuenta del problema y evitar una tragedia como la ocurrida en abril de 2017 en el edificio Portales de Blas de Lezo II, también construido por la familia Quiroz, que dejó a 21 obreros muertos y 22 heridos. (Le puede interesar: Distrito investiga si aún existen otros edificios construidos por los Quiroz)
Para Roque y el resto de inquilinos ahora solo queda un camino, armarse de valor para separarse de su familia, y paciencia para que las autoridades finalmente den con los culpables y les brinde una solución, hecho que quizá tarde más de lo previsto, si se tiene en cuenta que a la fecha hay cientos de familias víctimas de los Quiroz que aún esperan respuestas.
“Mis hijas irán por un lado y mi señora por otro para poder aguantar esta situación y que ojalá algún día podamos superar, y poder recuperar nuestra vida”.
La historia de Roque y sus vecinos, parece una apología al descuido y negligencia de las autoridades distritales, pues no es la primera vez que en la ciudad se vive una situación similar, nada más en 2017, cuando se vivió la tragedia a causada del derrumbe de portales de Blas de Lezo II, se identificaron 16 edificios más que podrían estar en riesgo, lo cual da cuenta que Cartagena necesita acciones contundentes para frenar esta práctica que podría tener en riesgo a cientos de familias que aún lo desconocen.
El sábado pasado, el equipo conformado por la Oficina Asesora para la Gestión del Riesgo (OAGRD), Secretaría de Infraestructura y Crued, constató la debilidad de una columna central en el edificio Balcones de La Providencia, que según los residentes del edificio empezó a quebrarse hace 3 semanas, por lo cual se sugirió evacuar voluntariamente y adelantar estudios para determinar el estado real del inmueble.
Además, Fernando Abello, director de Gestión del Riesgo, confirmó que de acuerdo con una de las escrituras de los residentes, los apartamentos fueron vendidos por Luz Estela Camero Rodríguez, entre 2010 y 2011.
Camero Rodríguez , al parecer, es la madre de Luis David Quiroz Camero, también hijo de Wilfran Quiroz, quien recibió detención domiciliaria en medio de la investigación por edificaciones ilegales en la ciudad.
Por tanto aseguró que ya se inició una investigación para saber si hay más edificaciones que fueron vendidas por esta persona y en qué condiciones se encuentran.
“Se evidenció que algunos de los apartamentos fueron vendidos por la señora en mención y estamos verificando qué otros inmuebles existen y que tengan relación con este nombre, para empezar a ver qué acciones tomar”, dijo Abello.
Gonzalo Jácome, secretario de Infraestructura, detalló que “en la visita que hicimos el sábado se evidenció que hay una columna en la parte central del edificio que tiene un achatamiento, los hierros y la separación de los estribos no son los adecuados y el material está granulado, lo que quiere decir que no tiene la adherencia correspondiente para soportar la edificación”.
El funcionario explicó que “se evidenciaron irregularidades en las placas, vigas y baldosas. Los edificios son un monolítico en su sistema estructural desde los cimientos, vigas, columnas y placas, si alguna de esta falla, fallará todo el edificio. Todo lo anterior es grave en el sentido que si esta columna falla, podríamos tener una implosión dentro del edificio”.
-Finalizar la evacuación.
-La caracterización para atender cada caso
-El diagnóstico de toda la infraestructura y la intervención técnica de la edificación.
