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Cartagena

El sello de Dau se impuso en su primer mes de gobierno

Politólogos consultados por El Universal analizan cómo transcurrieron los primeros días de gobierno del líder del movimiento ‘Salvemos Cartagena’, William Dau Chamatt.

El sello de Dau se impuso en su primer mes de gobierno
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Ingenuo”, “bienintencionado”, “le tengo fe”, “nos da esperanza”, son algunos calificativos con los que describen al alcalde de Cartagena, William Dau Chamatt en redes sociales, la plataforma que le permitió vencer el 27 de octubre de 2019 a las maquinarias políticas que por años ocuparon el primer cargo del Palacio de La Aduana.

Tras su posesión en la Vía Perimetral, una de las zonas que más agrupa cartageneros en condición de pobreza, Dau prometió “acabar con la corrupción y combatir la pobreza extrema”. Desde entonces han pasado 30 días en los que se ha permitido imponer su sello particular.

En su primer mes de gobierno, el ‘Tractor’ presentó un equipo de gobierno que recibió elogios no sin antes despacharse en la entrega de un informe de empalme que, bajo la estrategia del semáforo, presentó a la ciudad los aspectos en ‘amarillo’, ‘rojo’ y ‘verde’ que han dejado a su paso los gobiernos de turno.

El fantasma de la oposición representada en el candidato que alcanzó la segunda votación más alta lo acecha. El reconteo de votos solicitado por William García sigue en curso pero el mandatario actúa con cautela.

Aunque ya cuenta con canales de comunicación oficiales para acercarse a la ciudadanía, prefiere seguir activo en las redes sociales de su movimiento ‘Salvemos a Cartagena’.

Si bien es muy pronto para evaluar resultados en concreto, politólogos consultados por El Universal analizan las acciones del mandatario con miras a revisar comportamientos que pueden dar una idea de cómo será su gobierno.

Para Carlos Guzmán Mendoza, politólogo y doctor en Ciencia Política de la UniAtlántico, es clave entender cómo cambió el rol de William Dau una vez se posesionó como alcalde mayor de Cartagena.

“Hay que analizar dos aspectos claves: lo primero tiene que ver con el rol. Es decir, el rol que deben desempeñar en distintas condiciones los individuos en la política. Uno es el de veedor, cuyo papel le asigna unas actuaciones de crítica constructiva, de vigilancia a la acción pública y todo lo que tenga relación con aquello.

El segundo punto de análisis tiene que ver con lo electoral, y lo electoral también trasciende. Una cosa es ser candidato, pasar de ser líder, de ser veedor, de ser candidato a asumir la dirección de una ciudad como Cartagena. En este sentido, ya el alcalde debió superar su condición de veedor sin que esto signifique que la desaparezca de su actuación porque en algún momento tendrá que ponerse, como se dice tradicionalmente, el sombrero de ‘veedor’ para hacer denuncias o críticas”.

El experto es enfático en que el periodo electoral ya pasó y, lo que le compete tanto a Dau como a cualquier otro gobernante, es dirigir y tomar decisiones independientemente de si son satisfactorias o no para los habitantes o para la clase política.

“Bien lo decía Oscar Arias, expresidente de Costa Rica y premio Nobel de Paz: gobernar implica tomar decisiones independientemente de que estas le gusten o no a la totalidad de los ciudadanos. Yo pensaría que el alcalde debe tomar decisiones en pro del desarrollo de las propuestas electorales con las cuales llegó. Debería estar preparando su plan de desarrollo, consolidar su equipo de gobierno y ocupándose de los principales problemas de la ciudad”.

Carlos Arias, analista político de la Universidad Externado, sostiene que transcurrido este primer mes, el alcalde debe ampararse en los consensos.

“La acción política que podría emprender el alcalde William Dau es ampararse en los consensos y en el fortalecimiento de creación de la narrativa anticorrupción. Esa acción política que puede ser abstracta y producto de una estrategia vista en el romanticismo, cae en el pragmatismo de acciones tácticas como: generar una sistematización de sus actuaciones y de comunicarlas desde las emociones que genera cómo inciden en la vida e historia de las personas”.

Arias precisa que para ello es “conveniente que fortalezca una plataforma de comunicaciones propia en la que no dependa de los medios de comunicación para comunicarse directamente con los ciudadanos. Si deja que el vínculo de su gestión dependa de los medios de comunicación (digitales o convencionales) que pueden estar al servicio de intereses políticos o económicos seguramente su caudal de opinión se permitirá que le hagan la agenda”.

Dau ha tenido que encarar pruebas de fuego: estudiantes que inician clases sin el Programa de Alimentación Escolar, Playa Blanca colapsada y un aumento en la tarifa del peaje. Pero ya lo ha dicho antes: “No vine a hacer promesas falsas. Llegué para romper las cadenas”.

Carlos Guzmán Mendoza, politólogo.
Carlos Guzmán Mendoza, politólogo.
Carlos Arias, analista político.
Carlos Arias, analista político.
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