El pasado sábado 18 de enero, una lancha con 12 pasajeros se volcó en el área de la Isla Periquitos (presuntamente por fallas en el motor) dejando una persona desaparecida, de la cual solo se sabe que es empleado de la embajada de Estados Unidos.
A partir de ese día y hasta la fecha los operativos de búsqueda han continuado desde que salen los primeros rayos del sol hasta que se ocultan. Sin embargo, los resultados han sido nulos y los tiempos establecidos en los protocolos de búsqueda exigen un cambio en los operativos.
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Según contó el capitán de Fragata Octavio Gutiérrez, comandante de Guardacostas del Caribe, para todos los casos de búsqueda y rescate se hace una alerta informándole a Guardacostas, Aviación Naval, y a las capitanías de puerto.
“Para el caso de Guardacostas y la Aviación Naval mediante un programa que está desarrollado, de búsqueda y rescate, se le ingresa la localización de dónde fue el evento, la fecha y la hora que ayudan a determinar las condiciones atmosféricas de esa área, y con esos datos se genera un sector de incertidumbre el cual permite diseñar unos patrones de búsqueda tanto marítimos como aéreos, para poder encontrar de la forma más rápida y precisa el desaparecido”.
Ese operativo de búsqueda tiene un plazo máximo de cinco días, por lo que mañana, miércoles 22, será el último día para encontrar el desaparecido por medio de estos mecanismos. De no dar con el paradero, se procederá a la siguiente etapa.
“A los cinco días pasamos a otro tipo de búsqueda, ya no con patrones si no por sectores de acuerdo al área de incertidumbre que el mismo programa de búsqueda y rescate nos da. Después de treinta días pasamos a una búsqueda pasiva, anunciando a los navegantes, verificando en las poblaciones rivereñas, costeras y con los pescadores artesanales”, indicó el capitán Gutiérrez.
Aunque la “esperanza es lo último que se pierde”, para las autoridades son muy pocas las posibilidades de que la persona desaparecida se encuentre con vida.