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Cartagena

San Antonio sigue esperando la solución al caño Ricaurte

Hay 25 casas en riesgo, pues el tramo que corresponde a esta comunidad no ha sido dragado. Los líderes comunales esperan que la nueva Administración distrital habilite las otras dos bocas del puente Caimán.

San Antonio sigue esperando la solución al caño Ricaurte

El tramo del caño Ricaurte, que corresponde a San Antonio, está sedimentado, lleno de malezas y de basuras.//foto julio castaño-el universal.

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La dirigencia comunal del barrio San Antonio pidió a la nueva Administración distrital que incluya en su agenda de obras para el 2020 la profundización del tramo del caño Ricaurte que pasa por esa comunidad; y que habilite las dos bocas del puente Caimán que no están funcionando.

San Antonio es uno de los barrios que hacen parte de la cuenca del caño Ricaurte y, al mismo tiempo, está entre los puentes Augusto Salguedo (13 de Junio-Las Gaviotas) y Caimán, este último perteneciente al barrio Olaya Herrera.

Juan Carlos Suasa Zapata, presidente de la Junta de Acción Comunal, consideró que cuando se hizo la readecuación del Augusto Salguedo debió aprovecharse para canalizar el tramo del Ricaurte y para habilitar las dos bocas del puente Caimán.

Según él, la Secretaría de Infraestructura del Distrito se comprometió a solucionar la erosión del canal, que tiene 25 casas en alto riesgo; y también a profundizarlo, para evitar que se desborde y continúen la erosión y las inundaciones en invierno.

El líder comunal afirmó que, hace varios años, el puente Caimán fue entregado a la comunidad de Olaya Herrera, “pero aún no ha sido terminado. Por eso no está prestando un buen servicio en cuanto a fluidez de las aguas lluvias que corren por el caño Ricaurte, pero los más perjudicados somos los residentes de San Antonio”.

Comentó que las casas en riesgo tiene las paredes rajadas y amenazando con caerse, ya que la poca profundidad del caño ha ido deteriorándolas, “aunque constantemente invertimos para evitar que el problema avance, pero el caño sigue llevándose la tierra y las casas agrietándose. Tenemos un muro de contención que costó dos millones y medio de pesos, pero no ha servido porque se sigue presentando esta situación. Algunas casas parece que estuvieran en el aire”.

Cabe recordar que el tramo de San Antonio es, prácticamente, el último en el recorrido del caño Ricaurte y, por lo tanto, recibe cantidades de desechos que vienen de los barrios altos, que aportan aguas pluviales.

Han dicho las autoridades que el tramo también se ha ido reduciendo, puesto que algunas familias anticívicas de San Antonio y 13 de Junio lo tienen como basurero y escombrera, lo que impide que las aguas corran libremente.

Igualmente, gran parte de las márgenes del caño han sido ocupadas ilegalmente por construcciones que incrementan la debilidad de la tierra, cada vez más erosionada por la maleza y las raíces de los árboles de gran tamaño.

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