Cynthia Pérez Amador no pudo aguantar el llanto. Eran las 7:30 de la noche, todavía no se había terminado de contar los votos, pero su triunfo era indiscutible. William Dau había sido elegido por más de 113 mil cartageneros como su nuevo mandatario.
Una tarima improvisada y más 300 personas aclamaban desde abajo al vencedor de las urnas. Y ahí, al lado del alcalde, estaba Cynthia, una humilde mujer que vive en un barrio marginado y quien se convirtió de un momento a otro en su jefe de campaña, pero más allá de eso, se convirtió en su mano derecha y su más leal servidora.
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Por eso, en su discurso anticorrupción y de agradecimiento a los ciudadanos, William levantó el brazo de su trabajadora en señal de victoria y delante de todos dijo en tono jocoso: “Mientras consigo novia o esposa, mi jefa de campaña será la primera dama de Cartagena. La conozco hace más de un año y fue la única persona que creyó en mí”.
La euforia del público ante las sinceras palabras no se hizo esperar, así como tampoco las lágrimas recorriendo el rostro de la halagada morena, cargadas de emotividad.
Pero, ¿quién es esa mujer detrás de la campaña del nuevo mandatario de la ciudad? Ayer, con el impacto de la victoria ya asimilado y pensando en el universo que se viene, nos contó cómo se conoció con Dau y el proceso previo a las elecciones.
Hace un año y medio, cuando empezó a coger fuerza en las redes sociales el movimiento Let’s Save Cartagena (Salvemos a Cartagena), Cynthia era una de las más fervientes seguidoras, mostrándole su apoyo virtual a las denuncias y publicaciones que Dau hacía.
“Él me contactó por redes una vez para que lo ayudara a borrar la publicidad política que había en paredes y murales importantes. Me dijo que coordinara un punto y yo acepté, me mandó un coñete de pintura a mi casa y empezamos a trabajar. Limpiamos varios muros. Ahí empezamos el vínculo, luego empecé a ayudarlo con los temas anticorrupción, y luego, cuando me contó de sus intenciones de ser alcalde, yo le expliqué pormenores de la división geográfica de la ciudad, de su composición, entre otras cosas. Tuve un sueldo fijo y ahí arrancamos. A finales del mes de mayo, William se vino definitivamente a Cartagena a buscar personas que quisieran hacer parte de su movimiento para sacar listas a las JAL, Concejo y Asamblea, pero nadie quiso, nadie se atrevió por miedo, nadie quiso apoyar a un activista anticorrupción amenazado, entonces decidió que él mismo sería el candidato a la Alcaldía”, contó Pérez Amador, quien reside junto a su familia en el barrio El Reposo.
Cynthia fue la encargada de liderar el equipo de recolección de firmas para que William Dau pudiera ser inscrito en la Registraduría como candidato a la Alcaldía.
Tres personas conformaban el comité y seis eran los asesores, pero fueron muchos los voluntarios que salieron a las calles a recolectarlas. Fue tanto el auge de Dau en redes sociales que, aunque solo necesitaban 50 mil firmas, los recolectores duplicaron esa cifra y lograron más de 106 mil, aunque finalmente muchas no fueron avaladas.
“Corriendo también tuvimos que elaborar un plan de gobierno, que muchos han criticado, pero ahí están resumidas las necesidades que tiene la ciudad. Ese plan no es una Biblia, pero está aterrizado”, añade la mujer, quien tiene un título universitario en administración de empresas y quien antes de trabajar con Dau estaba desempleada pero gozaba de experiencia laboral en el sector privado.
Sobre la broma que le hizo el domingo ante el público, Cynthia opinó: “Yo me río, él es muy mamador de gallo. Pero, más allá de eso, es un ser humano muy noble, es un caballero en toda la extensión de la palabra, muy respetuoso y sobre todo amante de Cartagena, a la ciudad le espera un trabajo con transparencia”, sentenció la nueva “primera dama” que tiene la ciudad.
