Los vecinos del callejón Méndez, en el barrio Pie de la Popa, dijeron estar cansados de ver cómo se inundan sus terrazas siempre que cae un aguacero.
La razón estriba en que, cuando se precipita una lluvia, se elevan las aguas del canal Bazurto (que comunica a la ciénaga de Las Quintas con la laguna San Lázaro) e inundan el callejón, que también se ve saturado por el derramamiento de las alcantarillas.
Ramón González Rubio, un miembro de la Asociación de Vecinos del Pie de la Popa (Asopopa), comentó que es cierto que el nivel de las mareas incide en la inundación de la calle.
“Pero también es verdad –agregó-- que el Gobierno nos ha estado distrayendo con el problema de las alcantarillas. Todo se lo atribuyen al alza de las mareas, cuando la realidad es que la proliferación de edificios hace que las redes del alcantarillado colapsen”.
Para el gestor cívico el Distrito está siendo sumamente irresponsable con la emisión, a diestra y siniestra, de licencias de construcción
“Aguas de Cartagena –prosiguió—no da abasto para manejar las redes, porque esas licencias de construcción se otorgan sin tener en cuenta el impacto ambiental y la capacidad de los servicios públicos, ya que también están colapsando las redes eléctricas”.
González Rubio afirmó que la excusa del calentamiento global tampoco cabe en la razón del problema, “ya que no se menciona que los caños están saturados de sedimento y residuos sólidos, por lo cual están necesitando que los draguen”.
En la noche del jueves, 24 de octubre, la lluvia inundó la calle, pero el desbordamiento de los manjoles hizo que las aguas se metieran en once terrazas; y, a esas horas, las amas de casa debieron salir a retirar los desechos.
“Aquí el Distrito instaló unas tuberías de ocho pulgadas para mejorar el sistema de desagües, pero no pusieron algo que contuviera la entrada de agua, que podrían ser unas válvulas antirretorno o pico de patos. Es decir, se trata de problemas hidráulicos que se pueden aplicar mientras se hace el dragado de caños”, señaló González Rubio.
Manifestó que la intromisión de las aguas están destruyendo las verjas y rejas de hierro, lo mismo que la latonería de los vehículos.