Luego de varias reuniones aplazadas, ayer finalmente el Distrito de Cartagena presentó a ENTerritorio (antes Fonade) el acta de liquidación del contrato No. 216229/2016 que tenía como objeto la estructuración de los productos del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Durante el encuentro la administración distrital expuso las observaciones finales a los productos entregados por ENTerritorio, teniendo en cuenta las especificaciones técnicas requeridas por la norma para poner en marcha el POT.
(Lea aquí: Liquidación de contrato libera $1.985 millones para el POT)
De esta presentación surgió una hoja de ruta que permitirá la liquidación bilateral del contrato, la cual será revisada por los representantes legales de ENTerritorio y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) para hacer el acta final con las respectivas observaciones, se estima que el acta estaría lista la próxima semana.
Lo que el Distrito espera con esta liquidación que liberará $1.985 millones, es que se pueda iniciar, por cuenta propia, los procesos para el estudio e implementación del nuevo POT una vez el contrato se liquide completamente, ya que el mismo impone unas condiciones que impiden a la administración hacer o adelantar los estudios de acuerdo a lo que establece la norma.
Por su parte Alberto Rodríguez, subgerente de Desarrollo de Proyectos de ENTerritorio, realizó un balance positivo al resaltar que la hoja de ruta permitirá realizar la liquidación final del contrato.
Es de resaltar que aunque la liquidación se vine gestando desde finales del 2018, no se había podido concretar porque Fonade no llegaba a las citas que programaba el Distrito, sin embargo en esta oportunidad se logró avanzar en la liquidación del contrato.
Sobre el contrato
Este contrato fue suscrito en el 2016 dentro del programa POT modernos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), por $3.618.997.000 con un plazo inicial que iba hasta el 31 de julio de 2018, a partir del cumplimiento de los requisitos de perfeccionamiento y ejecución.
Los ‘pero’
Fonade entregó cinco productos, pero recibieron observaciones de expertos de la administración distrital porque no tenían en cuenta los factores de riesgo de la ciudad.
La primera vez, a mitad del año pasado, el Distrito presentó unas observaciones pero como no fueron tenidas en cuenta, las reiteraron en septiembre.
La Secretaría de Planeación indicó que los productos mostraban varios modelos de ocupación que no fueron evaluados y que de allí dependían todos los procesos de formulación.
Entre las observaciones se encontraban: que en los estudios básicos de amenaza por movimientos en masa, no se observó la elaboración de inventario de procesos morfodinámicos. “Además, no se nota para suelos urbanos y de expansión urbana, la elaboración de la geología para ingeniería y la geomorfología aplicada a movimientos en masa a nivel de elementos geomorfológicos. Tampoco se observa en el estudio para suelos rurales, la elaboración de unidades geológicas superficiales”, se mencionó en su momento.
(Le puede interesar: En dos semanas La Boquilla sabrá si tiene Bandera Azul)
Tampoco habrían elaborado, ni presentado información geomorfológica a escala 1:5000 que se usa para la modelación del mapa de amenaza por inundaciones. Ni se identificaron zonas inundables e inundadas (registro de eventos históricos y el levantado en campo).
En ese entonces se explicó que los modelos de amenazas por movimientos en masa e inundaciones no eran precisos porque diferían de la realidad de la ciudad. No se entendían las áreas en amenaza alta en el cerro de La Popa, o las áreas inundables en zonas portuarias que fueron rellenadas y están en niveles más altos del nivel del mar.
Entre otras, que las amenazas geográficas estaban desactualizadas y que se usó la misma información de la revisión de POT 2015 y no hicieron un análisis correcto con la temática de amenazas naturales, tales como movimientos en masa e inundaciones.