El mercado de Bazurto se abrió el 22 de enero de 1978. Allí trasladaron a los 2.500 vendedores que estaban en el antiguo mercado de Getsemaní. Pero desde que la plaza pública entró en funcionamiento muchas han sido las quejas de barrios vecinos, entre los que se encuentra Martínez Martelo. Esto debido a las múltiples problemáticas en cuanto a seguridad, invasión de espacio público, movilidad, daño ambiental, entre otros. Por eso, los moradores de este barrio son los más interesados en que se haga el trasladado.
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Este no se ha dado porque se está a la espera de un fallo en segunda instancia para el tema del uso del suelo del lote que donó Corvivienda al Distrito.
“El tema es que hay una demanda entre la jurisdicción contenciosa administrativa por el procedimiento del lote que se pretende utilizar por el Distrito. Unos particulares dicen que esa operación fue ilegal. Hay un fallo de primera de instancia donde hay una apelación, entonces crea incertidumbre tanto para el Distrito como para los inversionistas de la sociedad seguir adelante, cuando no hay una decisión judicial definitiva que permita seguir avanzando en el proyecto”, sostuvo el alcalde encargado de Cartagena, Pedrito Pereira Caballero.
El mandatario distrital manifestó que están a la espera de esa decisión judicial sobre el tema de la operación del lote, “para poder tener certeza y tanto el Distrito como los inversionistas puedan seguir avanzando en ese proyecto. Ahora mismo ese convenio está suspendido esperando la decisión judicial que se puede producir en cualquier momento”.
Esta incertidumbre crece entre los vendedores del mercado de Bazurto y solo le piden al Distrito que de una luz de esperanza. Dicen que están inmersos en un mar de dudas.
Rafael Enrique Arroyo es uno de los cientos de vendedores que hay en la plaza de mercado, quien llegó al lugar desde que lo abrieron. “Yo tengo 75 años y pienso que el mercado ya cumplió su ciclo aquí donde está, estamos trabajando aquí a pérdida. Cuando repartieron la plata para los vendedores hicieron un censo malo, como yo estaba hospitalizado pusieron a otro ahí en mi puesto y no me dieron nada”, dijo Rafael.
El comerciante está convencido que el traslado está muerto. “El alcalde Pedrito Pereira, que es cartagenero como yo, dice que hay un problema allá donde van a hacer el mercado. Hasta ahora no se sabe nada. Le pedimos a la Alcaldía que nos trasladen porque aquí todos los días el espacio público nos da joche, joche y joche. Entonces nosotros pedimos que nos trasladen y busquen dónde ponernos”, sostuvo con cara de resignación.
Ramiro Martínez Martínez, presidente de Acofrucicar (Asociación de Comerciantes de Frutas Cítricas de Cartagena), relató que hace parte de la tercera generación de comerciantes de naranja y dice que desde el mercado viejo han desarrollando su actividad. También está en el mercado de Bazurto desde que lo abrieron.
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“Lo único que sabemos es que el 7 de agosto se inaugura el mercado de Santa Rita y que 138 comerciantes de Bazurto van hacia esa nueva plaza. ¿Por qué lo de la central de abastos se cayó?, pues porque nunca le han dado participación a los comerciantes minoristas en ese proyecto y por eso siempre se cae”, dijo Martínez Martínez.
Martínez continuó diciendo que el mercado “ha ido decayendo debido a que las administraciones no le invierten a la plaza como tal, entonces se siente el peso de la desidia administrativa y de la falta de políticas que permitan que Bazurto tenga una muerta digna, lo han dejado para que a su suerte se acabe”.
Para el administrador (e) del mercado de Bazurto, Roberto Martelo Fernández, el que algunas personas de esta plaza pasen a la central de abastos de Santa Rita despejaría un poco el tema.
“Tengo entendido que ya se pasaron 50 adjudicatarios hacia la plaza de mercado Santa Rita y está pronosticada la apertura para el mes de agosto”, manifestó.
Quien ha estado vinculada directamente con todo lo referente al mercado de Bazurto es Isabel Romero, quien fue la presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Martínez Martelo. Esta ve con preocupación cómo se ha visto afectada la comunidad, pero para ellos también es incierto el traslado de la central de abastos.
“No han dicho nada del traslado, solo comentan que van a pasar a algunos vendedores para el mercado Santa Rita”, relató.
Y pese a que los vendedores informales explican que la ventas en el mercado ya no son como antes, dicen que merecen estar en un lugar más cómodo y en mejores condiciones. David Martínez Vanegas es un vendedor que llegó a Bazurto hace 30 años. “Desde mi época de juventud estoy acá en el mercado, desde los 12 años estoy aquí trabajando en la plaza. El mercado económicamente ya no es lo que era antes, las ventas han decaído bastante”, expresó.
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Gran parte de los comerciantes en Bazurto son hombres. Pero también hay mujeres que luchan día a día en esta plaza para conseguir el sustento para sus familias. Una de ellas es Yeidis Valenzuela Ramos, quien lleva 30 años laborando en el lugar.
“Nos han dicho que nos van a trasladar para el mercado de Santa Rita, pero para la terminal no nos han dicho nada todavía”, dijo.
Mientras tanto, los vecinos del mercado de Bazurto, principalmente los del barrio Martínez Martelo, solo esperan que se cumpla, de una vez por todas, el fallo judicial de un juez, que ordenó hace ocho años trasladar al mercado hacia otra zona de Cartagena.
Los requerimientos por resolver, además del lío judicial, piden ejecutar el Plan Maestro de Drenajes Pluviales (canal Chía María II, para que no se inunda el lote), determinar el impacto del Plan de Ordenamiento Territorial; caracterizar y entregar los requerimientos constructivos de la central minorista.
Así mismo, definir la distribución interna de la central minorista; socializar con los comerciantes el traslado de Bazurto; adjudicar el 5% de las acciones a minoristas; definir las cargas estructurantes (vías, canales, alcantarillado, acueducto); repartir las cargas estructurales del lote; revisar el plan parcial del triángulo de desarrollo del lote; establecer el procedimiento para convocar a los vecinos de los polígonos; asignar los recursos para diseñar las obras; definir los porcentajes de obra de urbanismo y obras estructurantes, así como su rubro presupuestal y reajuste del presupuesto inicial; prolongar la ruta y crear una estación de Transcaribe. También organizar y reglamentar el tráfico de carga pesada en Bazurto, para que cuando se requiera se traslade a la nueva central.