Hoy se abrirá un capítulo más de una de las historias que más impacto ha causado en la historia reciente de la ciudad. La Sala Penal del Tribunal Superior de Cartagena resolverá la apelación de la sentencia contra el excapitán de la Infantería de Marina Raúl Romero Pabón, el confeso depredador sexual que fue condenado a 21 años y 9 meses de cárcel.
Este admitió ante un juez de Garantías que accedía sexualmente a niñas entre 12 y 16 años, a cambio de regalos y dinero, aceptando los delitos de concierto para delinquir agravado y explotación sexual de menores con fines económicos.
El hombre paga la condena en la cárcel para funcionarios de Sabanalarga, Atlántico, pero su defensa apeló la decisión del Juzgado Primero Penal del Circuito alegando que aceptó cargos por supuestas presiones y que se retractaba, situación que ya había desestimado el juez de Conocimiento que lo condenó tras indicar que no presentó argumentos contundentes para hacer esa retractación.
Sin embargo, la sentencia fue apelada por la defensa del excapitán alegando la misma situación. Hoy, a las 9 de la mañana, el Tribunal Superior de Cartagena resolverá esa apelación. Es decir, si confirma la decisión del juez de Conocimiento que condenó al exmilitar, o si avala la retractación.
Sin embargo, debido a todas las garantías que ofrece el sistema penal a los procesados, se cree que la petición de retractación será desestimada y la sentencia contra Raúl Romero Pabón, de 35 años, sería confirmada.
Ahora, habrá que esperar la decisión del Tribunal Superior de Cartagena.
Raúl Romero fue capturado a finales de julio del 2018 en medio de la operación Vesta, que fue dirigida contra redes de prostitución y abusadores sexuales.
Para entonces, Romero Pabón acababa de ser retirado de la Armada por actos de indisciplina, pues había hecho un viaje a Panamá sin permiso. Las indagaciones de la Fiscalía dejan ver que su actuar era macabro.
Según el ente, este hombre no solo accedía sexualmente a niñas, sino que les mandaba a tatuar su nombre o las iniciales de su nombre como un signo de posesión sobre ellas.
Lo peor es que habría utilizado a algunas menores para captar víctimas. Las indagaciones llevaron a la Fiscalía General de la Nación, en acciones conjuntas con la Dijín, a capturar en julio de 2018 a John Padilla, un joven de 19 años señalado de realizar los tatuajes a las víctimas del excapitán. También a Hillary Madero, de 19 años también, quien, presuntamente, le ayudaba a conseguir víctimas al exmilitar y quien también habría sido víctima de este. Estos dos jóvenes siguen en su proceso penal y se espera que sean acusados formalmente ante un juez de Conocimiento.
Hay que recordar que en la operación Vesta también cayeron otros presuntos miembros de redes dedicadas a la prostitución y el proxenetismo. Entre ellos Liliana Campos Puello, la Madame, caso en el que la semana pasada el Tribunal Superior de Cartagena dejó en firme lo actuado en la audiencia de imputación contra esta, que su defensa intentó tumbar. La señalan de liderar una red de prostitución con alcance internacional y junto a ella son procesados cuatro miembros de su familia, entre ellos su padre y su marido, señalados de hacer parte de la misma red.
Así mismo, en la Vesta fueron capturados tres israelíes, dos de ellos señalados de hacer parte de una red se encargaría de hacer fiestas sexuales en la Casa Benjamín, en El Laguito, con la supuesta presencia de menores de edad. En estos bacanales también habría presencia de drogas alucinógenas, según las indagaciones de la Fiscalía.
Otra de las redes que fue desarticulada fue la denominada los de la Torre del Reloj. Los presuntos miembros capturados, entre ellos dos policías, habrían ofrecido servicios de menores de edad a turistas en esta zona de la ciudad. Por este motivo, varios inmuebles en el Centro Histórico, que habían utilizado para que estas menores tuvieran relaciones sexuales con extranjeros, fueron sometidos a procesos de extinción de dominio.