Los líderes comunales de El Nazareno dicen estar abrumados con la mala imagen que el barrio tiene en el resto de la ciudad.
Se trata de uno de los barrios más famosos de las colinas de la zona suroccidental, el cual, en los últimos años ha sufrido los embates de la inseguridad, traducida esta en atracos callejeros y asaltos a inmuebles familiares y comerciales, pero sobre todo en riñas de pandillas.
Un grupo de jóvenes desocupados tomaron por afición el enfrentarse con sus vecinos de los barrios Los Santanderes, Nelson Mandela (sector Andrés Pastrana), Manuela Vergara, La Esmeralda, La Gaitana, María Cano y El Silencio, entre otros, con los cuales hubo reyertas que cobraron vidas de hombres y mujeres, algunos de los cuales fueron víctimas de las balas perdidas. Poco a poco, estos encuentros violentos fueron empañando la imagen de El Nazareno hasta el punto de hacerlo ver como una de las zonas más peligrosas del sur de la ciudad.
Por eso, los trabajadores cívicos de esos mismos barrios decidieron unirse para idear actividades, mediante las cuales los jóvenes encuentren espacios y una oportunidad donde mostrar sus talentos artísticos y deportivos, pero primordialmente sus iniciativas para favorecer a la comunidad. Alfonso Medina Márquez, uno de los líderes comprometidos con la salvaguarda de la imagen de El Nazareno, informó que, junto con otros activistas comunales, decidieron organizar un abanico de actividades culturales y deportivas, que se irían desarrollando durante el año, con el fin de mantener a los jóvenes preocupados por cosas constructivas, en lugar de continuar dándole color a las rencillas de tiempos inmemoriales.
La primera de las actividades se llama “Primer festival deportivo y cultural de El Nazareno”, que integra a jóvenes futbolistas, con amantes de las danzas folclóricas, cantantes de música afrocaribeña y cultivadores de la culinaria del Caribe colombiano, haciéndose énfasis en la dulcería propia de la llamada Semana Mayor.
Ever Romero, líder del sector Andrés Pastrana, comentó que “entre esos mismos jóvenes que protagonizan los conflictos, hay gente con talento para el deporte y la música, pero les faltaba la oportunidad de saber que hay posibilidades de sobresalir más allá de la violencia”.
Asimismo, Óscar Villadiego, de El Nazareno, explicó que en los últimos años las riñas pandilleras se habían recrudecido, en parte, “por la inestabilidad en el Gobierno distrital, que es donde uno espera encontrar apoyo para brindar otras alternativas a los muchachos desorientados”. Alfonso Medina, quien opina que en El Nazareno y en los barrios vecinos son más las personas buenas que las malas, indicó que ya se han hecho varias reuniones con los directivas de la Policía Metropolitana de Cartagena, la Secretaría del Interior del Distrito y la Alcaldía de la Localidad 3, para que se vinculen al festival y las actividades venideras, en las que también colaboran el IDER y el IPCC.
“Con estos actos --agregó-- queremos decirles a nuestros vecinos que no siempre hay que celebrar con picó y licores. También tenemos niños y jóvenes talentosos que pueden darnos otra alternativa de recreación”.