Desde hace tres años, los niños de transición, primero y segundo de primaria de la Institución Educativa de Tierrabaja, reciben sus clases en una sede alterna que fue alquilada debido al hacinamiento que había en la principal. Esa subsede queda en una casa finca, en la que hay más de 300 pequeños en edades entre cuatro y siete años.
Sin embargo, los padres de familia están angustiados porque el dueño del lugar no ha recibido el pago del arriendo desde hace varios meses y supuestamente advirtió que iba a mandar a desalojarlo. Es por ello que ayer en la mañana más de 35 madres protestaron en los bajos de la Alcaldía de Cartagena, para pedir ayuda.
“Nuestros hijos se encuentran en riesgo de quedarse sin clases, ya el dueño de la casa finca está pidiendo que la desocupen porque no le han pagado, por eso estamos aquí para que el Distrito asuma su responsabilidad, pague la plata del arriendo y nos resuelva la situación”, señaló Luz Marina Sierra, una de las voceras de las manifestantes.
Tierrabaja es una vereda del corregimiento de La Boquilla, de menos de dos mil habitantes, la cual también ha sentido el impacto de la migración venezolana y muestra de ello es que ya hay hacinamiento en la institución educativa. “A nosotros nos prometieron un megacolegio y ya tenemos un lote para construirlo, pero los recursos se van siempre para otro lado. Estamos esperando, porque no solamente hay estudiantes de Tierrabaja sino también de Manzanillo del Mar, de Puerto Rey y de La Boquilla”, añadió Luz Marina.
Las pancartas y los cánticos que usaron ayer sirvieron para que el alcalde (e) Pedrito Pereira los escuchara.
“Él nos comentó que no sabía de ese arriendo, por eso llamó directamente a la Secretaría de Educación para que se le pagara al dueño. El viernes nos va a recibir nuevamente en su despacho para decirnos cómo va a quedar la situación de nuestros niños”, explicó Estefany España, una de las cinco voceras que se reunieron con el mandatario.