Si bien es cierto que internet se ha convertido en la mayor biblioteca de la historia, no se puede pasar por alto la transcendencia de las bibliotecas físicas, esas donde durante horas se leían enciclopedias para poder hacer un trabajo académico y que han renovado su oferta para poder subsistir en la era digital.
En Cartagena opera la Red Distrital de Bibliotecas, administradas por el Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena (IPCC) y que cuenta con 18 centros: 9 distritales y 9 comunitarios.
Estos espacios están ubicados en barrios como Boston, El Pozón, Las Palmeras, Socorro, Ciudad del Bicentenario y corregimientos como Pasacaballos, Tierra baja, Pontezuela.
Según datos suministrados por el IPCC en lo que va del 2018 las bibliotecas han recibido a más de 72.695 visitantes y se han intervenido dos centros culturales con una inversión de $135.080.000 millones.
Sin embargo, pese a que algunas bibliotecas se encuentran a rasgos generales en buen aspecto, se requieren de mejores condiciones para la correcta realización de actividades.
La última Encuesta de Percepción Ciudadana de la red Cartagena Cómo Vamos 2017, indicó que solo el 24% de la población leyó un libro en el último año, y muy por debajo se ubicaron los que visitaron una biblioteca correspondiendo al 11%.
Principales problemas
La falta de aire acondicionado es uno de los problemas que tienen estos centros de estudios, las bibliotecas de la ciudad se abastecen con pocos abanicos y en algunos casos carecen de ellos ante el hecho de que tienen muchas ventanas que permiten “ventilación natural”, se vuelve una medida insuficiente ante las altas temperaturas que se han presentado en la ciudad en las últimas semanas y afecta el rendimiento de los estudiantes que llegan a hacer consultas, llegando a originar que decidan marcharse.
Fue posible corroborar que en algunos salones hay instalados equipos de aires acondicionados y ductos para su dispersión, sin embargo, su antigüedad es evidente al igual que el largo tiempo que llevan sin ser usados.
Otro de los problemas obedecen a temas de infraestructura, en la Biblioteca Distrital Jorge Artel el terreno y la estructura han ido cediendo, hecho que se hace evidente al ver como unas rejas que rodean un jardín interior y que van desde el techo hasta el suelo, tienen una gran corvadura producto de la presión de la estructura.
“Hay otras necesidades como un poco de pintura, ventilación, tenemos que subsanar algunos detalles que hay, el techo de aquí del jardín interior está cediendo, ya eso está en estudio y estamos a la espera de ese apoyo institucional”, dijo Adriana Osorio, coordinadora de la biblioteca Jorge Artel.
En el Centro Cultural Las Pilanderas ubicado en El Pozón, se evidenció como gran parte de las puertas y ventanas están dañadas corriendo el riesgo de un robo de las utilidades de la biblioteca, al ser de madera han presentado mayores daños, El Universal conoció que en este año se hizo una intervención al centro pero fue específicamente en el techo por filtraciones de agua.
Por otra parte, la Casa de la Cultura Estefanía Caicedo - Biblioteca El Caimán ubicada en Olaya, sector La Puntilla, está a la espera de una dotación tecnológica ya que en estos momentos carecen de computadores y red de internet.
El coordinador de la biblioteca, Ever Zuñiga, dijo que mensualmente reciben aproximadamente 2.000 personas, y que en 2012 tuvieron una dotación de computadores por parte del Mincultura junto con el Mintics los cuales duraron cinco años, ahora, están a la espera de una nueva respuesta del ministerio ya que hicieron los trámites junto con el Instituto.
“Estamos tocando las puertas, hemos manifestado la importancia de tener un espacio en altas condiciones para prestar un mejor servicio, estamos a la espera de que nos hagan una visita”, dijo Zuñiga.
Más arte y cultura
Las bibliotecas de la ciudad siguen siendo espacios de lectura que tiene a su disposición estanterías con libros que datan de muchos años atrás, sin embargo, se han renovado para apostarle a las artes y la cultura creando áreas y actividades que permitan tener un contacto con la comunidad.
Actualmente se han conformado 32 clubes de lectura y 29 talleres artísticos y culturales.
A la fecha se han realizado 42 cine foros en la Red Distrital de Bibliotecas Públicas y Centros Culturales. Esta actividad se lleva a cabo semanalmente como parte de la programación permanente de las bibliotecas, y es vinculante para toda la población.
“Acá tenemos la sala infantil, la sala general, el salón múltiple, le facilitamos a los diferentes organismos para hacer reuniones, también al SENA, apoyamos a la capacitación de jóvenes y adultos”, dijo Adriana Osorio, coordinadora de la Biblioteca Distrital.
Osorio manifestó que luego de estar sin baños durante de cuatros años por fin se están adelantando las obras para su reconstrucción.
Megabiblioteca del Pie de la Popa sigue en espera
El Centro Cultural y Megabiblioteca Digital del Pie de la Popa será quizás la biblioteca más moderna de la ciudad, su apertura se había prometido para 2015 en el mandato de Dionisio Vélez, casi tres años después y terminada la infraestructura física se anunció su inauguración para marzo de 2018 pero a la fecha aún sigue siendo esperada por los cartageneros.
La obra tuvo un costo de 10 mil millones de pesos que fueron adquiridos a través de un crédito realizado por el Distrito, y tendrá capacidad para albergar cerca de 800 personas.
Contará con los siguientes espacios: sala de danzas profesionales, un amplio auditorio para eventos y presentaciones, sala de exposiciones para artistas plásticos, sala de lectura y nuevas tecnologías, un teatrino en la zona exterior, jardines, parqueaderos y un mirador.
La demora en la entrega de la obra sería por la adquisición de equipos tecnológicos y mobiliarios.“Los procesos administrativos ya están andando. Los equipos ya se entregaron y están custodiados, falta finalizar la entrega del mobiliario que será en agosto. Se estima que a finales de agosto se dé apertura”, manifestó Ruby Mutis, directora del IPCC.



