Aquel fenómeno geológico que afectó y derribó unas 2.400 casas en el barrio San Francisco en 2011 sigue latente en la memoria de los afectados. Hoy, tras cumplirse seis años, los damnificados continúan reclamando justicia y piden celeridad en un proceso que según ellos, solo les ha dejado lamentos, preocupaciones, angustia y estrés.
Juan Pablo Tapia, de 43 años, lideró este lunes un nuevo plantón en la sede del Tribunal Administrativo de Bolívar, cuenta que desde la tragedia ha visto morir a más de 100 vecinos de “pena moral”, pues el estrés y las alteraciones emocionales se han disparado entre los integrantes de las familias afectadas desde que perdieron su patrimonio.
“Desde que salimos del barrio, todo es estrés y preocupación... Es que imagine usted la situación..Si usted pierde su casa, su patrimonio y al día siguiente queda en la calle. Eso es triste y sumele que a nadie le importa (...) Aquí muchos de los vecinos comenzaron a enfermarse porque el estrés y la preocupación los agobiaba, nosotros podemos resistir porque ajá estamos más jóvenes, pero muchos de los adultos mayores no aguantan eso”, dijo Tapia.
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El hombre manifiesta que sumado al largo proceso en los tribunales para que les sea entregada una nueva vivienda, están sometidos a una serie de “bullying” por parte los arrendatarios a quienes no pueden responder de manera puntual con el pago del arriendo.
Este lunes el mensaje que muchas de las personas pintaron en pancartas y carteles es claro: “No aceptamos más dilataciones en nuestro proceso”, “Sinaí exige justicia”, “Necesitamos pronta justicia” por eso piden al Distrito que no los dejen solos y les ayude a que el proceso sea justo y eficaz.
"Acudimos ante los tribunales porque en una sentencia de primera instancia que demoró meses, el Juez salió con una sentencia irrisoria, pues solo beneficia a 276 personas por daño material y a otras 1.600 por daños y prejuicios, donde somos más de cuatro mil afectados”, indica Juan Pablo.
Tras el plantón, un grupo de damnificados se reunieron a puerta cerrada con el jurista Luís Miguel Villalobos Álvarez donde se pactaron nuevos compromisos con el fin de que el proceso llegue a buen término. “El Magistrado nos atendió, escuchó nuestra situación y nos explicó que nuestra demanda puede fallar en un termino de 3 a 4 meses”, dijo Tapia.
Por lo pronto, los damnificados siguen a la espera de los subsidios que aseguran siempre son “tardíos” y que desde la Oficina de Atención de Riesgo y Prevención de Desastres afirman que sí se están entregando.
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"Inconformes con precios de viviendas"
La sentencia notificada por el mencionado juzgado además de los daños morales y materiales que causó la falla geológica deja ver que los indemnizados por el Distrito de Cartagena, se les pagara las viviendas por un valor de 3 a 6 millones de pesos, juicio que califican los damnificados como injusto.
"El juez sentenció viviendas hasta en 3 millones de pesos. ¿usted cree que una vivienda vale tres millones de pesos? y en Cartagena...donde el metro cuadradado está a un millón doscientos mil construido y 400 mil sin construir y solo se liquidó a 276 familias y el Estado dice cuando las personas han pasado por esta calamidad que hemos pasado nosotros, se nos deben resarcir por daños y prejuicios y nuestras casas eran de 15 metros por 25 de fondo", dijo Tapia.


