Si usted es uno de los que está inconforme con los servicios prestados por su Entidad Prestadora de Salud (EPS) y desea cambiarla, este ranking le puede ayudar a decidir.
Es que en la mencionada lista son clasificadas de mayor a menor, las “empresas que con más frecuencia violan los derechos de los pacientes”, aseguró el defensor del Paciente, Henry Vergara.
El ranking lo realizó esa dependencia Distrital, basándose en 1.434 solicitudes de acciones humanitarias sobre la prestación de servicios de distintas EPS, que recibió de febrero de 2016 a febrero de 2017.
“Eso representa un promedio de 110 solicitudes al mes. El mayor volumen de estos pacientes fueron los niños con cáncer (246)”, dijo Vergara.
El primer puesto del ranking lo ganó Nueva EPS, seguida de Comfamiliar, Cafesalud, Coomeva y Salud Total, a quienes pertenece el 70% de las solicitudes recibidas.
A la lista se suman otras siete EPS, cuyos servicios dieron origen al 30% de las solicitudes restantes. Estas son: Comfacor, Ambuq, Comparta, Cajacopi, Salud Vida, Caja de Previsión Social de la Universidad de Cartagena y Magisterio.
Vergara explicó que “no es que las últimas sean mucho mejores que las primeras sino que tienen menor cantidad afiliados, porque, por ejemplo, nosotros no nos explicamos cómo todavía siguen en Cartagena entidades como Comfacor, Ambuq, Comparta, que prácticamente no tienen oficinas aquí, y cuando uno llama y dice para qué es le cierran el teléfono. Además, en el caso de Ambuq, para hablar con el gerente hay que ir a Magangué”.
LAS VULNERACIONES MÁS FRECUENTESEl defensor del Paciente puntualizó que la negación de tratamientos médicos y quirúrgicos, la interrupción de tratamientos, desatendiendo los protocolos de manejo para pacientes crónicos o mal llamados de alto costo; y la negación o tardanza desmedida en la autorización de exámenes paraclínicos, son algunas de las barreras de acceso a las que se han tenido que enfrentar los pacientes que acuden en busca de su ayuda. (Ver Gráfica 3).
Otras barreras son la entrega demorada o incompleta de medicamentos e insumos, las citas con especialistas copadas y sin agenda disponible, y el traslado a ciudades lejanas para realizar tratamientos médicos o quirúrgicos, por no contar con red de servicios competentes en Cartagena, sin la entrega de pasajes ni viáticos para el paciente y el acompañante.
“Hemos tenido casos de niños, hijos de personas muy pobres, que tienen diarrea, se deshidratan, y los quieren mandar para Riohacha”, cuestionó el pediatra.
Advirtió que la interrupción de tratamientos, desatendiendo los protocolos de manejo, “es una barrera muy frecuente en los pacientes que las EPS llaman de alto costo. Por ejemplo, los pacientes diabéticos necesitan insulina diaria, sin embargo no se la entregan completa y el diabético anda de aquí para allá buscando que alguien le regale una dosis de insulina. Uno pregunta a las EPS porqué no se las dan y dicen “se acabaron las dosis”, que no las han mandado de Barranquilla o de no sé qué parte”.
“En medicina -explicó Vergara- cuando se hace un diagnostico a un paciente se debe seguir un protocolo de manejo. Primero esto, segundo esto y tercero esto para tratar la patología, y hay que hacerlo con tal regularidad. A eso le llaman protocolos de manejo. Cuando esos protocolos se cumplen estrictamente, las posibilidades de sobrevida o de curación son grandes, pero cuando solo se brinda el inicio del tratamiento y no se garantiza la continuidad, como hacen las EPS por supuestamente cumplir fallos de tutela, es una forma de asesinar a la gente”.
El funcionario recordó que fue víctima de una de las barreras mencionadas. “Las citas con especialistas copadas y sin agenda son una de las barreras más frecuentes, es decir, a los pacientes les dan un cheque chimbo. Si usted necesita cita con un internista le dan la orden. A mí me tocó en una consulta, y va uno al sitio y le dicen, “no, tengo tres años que no atiendo a los pacientes de esa EPS”. Nunca hay agenda y ponen a llamar a un teléfono que nunca contestan”.
Destacó que su labor, a través del programa “Primero el Paciente”, “es visitar a los gerentes de las EPS y decirles, si ese niño fuera tu hijo, si esa señora fuera tu madre, ¿cómo actuarías? La mayor parte de las veces ni se inmutan, pero cuando involucramos a los medios de comunicación y se hace visible el problema, prestan atención”.ATENCIÓN DE NIÑOS, EN LA RECTA FINALDe las 1.434 personas atendidas por la Defensoría del Paciente, 246 son niños con enfermedades hemato-oncológicas remitidos por la Fundación Esperanza de Vida (Fundevida).
Una muestra de estos pacientes y de los agrupados en la Fundación Ayúdame a Vivir (Funvivir) fue enviada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, Estados Unidos, solicitando que se les decrete medidas cautelares para que sus tratamientos sean entregados de manera oportuna y eficiente, garantizando el cumplimiento de los protocolos de manejo para cada patología.
“Enviamos la información de 50 pacientes. Nos ayudó mucho la Universidad de Cartagena. Para no violar el debido proceso, la Comisión tenía que escuchar al Gobierno colombiano y este se tomó su tiempo, buscó las historias de los pacientes y elaboró un documento muy pequeñito, tratando de defender lo indefendible, diciendo cuáles son los mecanismos que existen para que estos niños sean bien atendidos”, dijo Vergara.
“Ahora -continuó- va a haber una sesión general para escuchar a las dos partes. Es decir, las fundaciones para niños con cáncer y todos los que estamos alrededor de este proceso vamos a ir a Washington. Vamos a llevar madres y padres de familia, niños enfermos, profesores. Eso va a tener mucha importancia y valor porque el Gobierno dice que no pasa nada malo en la atención en salud, y habrá alguien de carne y hueso diciendo que por falta de tratamiento médico su hijo murió”.
El funcionario recalcó que “antes de que se termine el año la CIDH ha tenido que tomar una decisión y todo apunta a que garantizará la protección de los derechos de los niños. Lo lamentable es que en ese lapso no sabemos cuántos se mueran, pero tenemos una luz de esperanza”.
Añadió que “lo importante de esta decisión va a ser que no solamente va a resguardar los derechos de los niños con cáncer de Fundevida y Funvivir, sino que por el derecho a la igualdad vamos a poder proteger a todos los niños de la Costa Caribe y del país”.

