Como es recurrente en Cartagena, las discotecas y otros establecimientos de comercio exceden los decibeles permitidos por la normativa ambiental. Ayer, en un operativo para controlar la contaminación auditiva, el Establecimiento Público Ambiental (EPA), tras realizar una medición sonométrica, suspendió la actividad a las discotecas Fragma, D8 y Safari, en el Centro Histórico.
La entidad acudió a los lugares luego de que los vecinos se quejaran de que la música afectaba la tranquilidad del sector.
Según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), de día los decibeles deben ser de 65 y de noche 55.
Contra las discotecas, se inició un proceso administrativo sancionatorio, por lo que los representantes legales de estos establecimientos deben notificarse ante el área jurídica del EPA.
Además, para que se les levante la medida deberán insonorizar y hacer mejoras locativas que eviten que el ruido que generan trascienda al exterior y perturbe la tranquilidad ciudadana.
El cuadrante de la Policía fue notificado de esta suspensión de actividad sonora, y deberá velar porque se cumpla la restricción.
En 2016, las autoridades suspendieron la actividad a 56 establecimientos comerciales por violar la ley.
