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Cartagena

Restauración de la Virgen de la Bahía, en su recta final

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En un pequeño taller en la Base Naval pulen y perfeccionan, con precisión milimétrica, los últimos detalles de la Virgen de la Bahía de Cartagena. La emblemática figura, cuyas piezas en mármol blanco italiano cayeron al fondo del agua en una fuerte lluvia, pronto regresará a su lugar habitual.

El trabajo para restaurar y rearmar ha tomado varios meses y ha sido tan colosal como la escultura misma de más de 30 toneladas. Por lo menos, así lo explica el escultor y artista bogotano Carlos Enrique Rodríguez Arango, encargado de la reparación.

En una fase inicial, intervinieron el primer y segundo bloque de la figura, correspondientes a la cabeza de la Virgen del Carmen, con el Niño Jesús en brazos y el vestido hasta un poco más abajo de las rodillas de la representación religiosa, de gran valor artístico e histórico para la ciudad.

“En esas piezas se restauraron sus tres tipos de texturas que son las líneas del cabello, el abujardado del vestido y la textura de la piel, todo eso se recuperó”, afirma el arquitecto Mateo Santander de la firma Vélez y Santander, contratada por la Arquidiócesis para la reparación.

EL RETO

El mayor reto ha consistido en hacer un duplicado exacto del tercer tramo de la Virgen, que comprende los pies y la parte baja del vestido, además de unas figuras de nubes sobre las cuales reposa la imagen.

Dicho tramo con serias fracturas quedó adherido al pedestal, en el bajo medio de la bahía de Cartagena, luego de que un rayo suspuestamente impactara y tumbara las dos partes superiores de la imagen de la Virgen en medio de la lluvia.

Por esto se requirió un trabajo de desmonte de ese tercer tramo inferior, para ya en tierra hacer la réplica.

Directamente desde una cantera en Italia, pais donde construyeron la imagen en los años 50, en la ciudad de Carrara, importaron dos bloques de mármol para esculpir el duplicado de la sección inferior.

Para ello, utilizaron una maquinetta di punti, un instrumento cuyo diseño es atribuido a Leonardo Da Vinci en el Renacimiento.

"Usar esa herramienta es la forma más exacta de reproducir una obra de ese tipo. Lo más complejo y demorado ha sido reproducir esta pieza porque bajarla del pedestal nos costó dos semanas, volverla a armar otra semana y media, pues habían muchos pedazos rotos. Se reproducir en un bloque de 22 toneladas de mármol, al que le quitamos unas ocho toneladas, quedando de 12 esa sección", explica el escultor Rodríguez.

SOPORTE ESTRUCTURAL

Para mejor soporte, ese tramo inferior de la Virgen es macizo y no hueco por dentro, como sí lo es una de las dos partes superiores la cual fue reforzada con grapas y con un anillo de concreto interno, que reemplazó a un rudimentario soporte de cemento, varillas y madera.

“Esas varillas oxidadas fueron las que causaron que se escollara y reventara el bloque inferior. La imagen ya estaba fracturada antes de la tormenta, la tormenta fue la gota que rebasó la copa. Además las tres secciones no estaban muy bien pegadas una a la otra. Nosotros ahorita no las vamos a pegar, las vamos a ensamblar”, precisa el arquitecto, agregando que para el ensamble usan piezas en un metal especial.

Con ayuda de una grúa, hoy armarían la estatua en tierra para terminar de pulir detalles y luego será desarmada nuevamente para su traslado en bongos y montaje en la bahía en los próximos días. Aunque la inauguración estaba prevista para el Día de las Velitas, se necesitó más mármol por lo que se importó un nuevo bloque que tardó en llegar desde Italia.

Un ingeniero eléctrico trabaja en lo que será la nueva iluminación de la imagen, con luz blanca alimentada con energía solar, y entre los planes también analizan la instalación de un pararrayos.

Quedan pendientes la restauración del pedestal, en los días posteriores al regreso de la Virgen a la bahía y una corona con luces que hace varios años llevaba la imagen, pero de la que no se tienen datos de cuándo y por qué fue desmontada y dónde se encuentra.

¿CUANTO COSTÓ?

El costo de la recuperación de la imagen, que asciende a los $500 millones, fue asumido por la Arquidiócesis de Cartagena, que recibió una parte del dinero como donación de la Sociedad Portuaria, así como ayuda logística de la Armada Nacional que facilitó buzos y un lugar en la Base Naval para instalar el taller de reparación.

Aunque la Alcaldía Distrital se comprometió a ayudar en la reconstrucción dicha ayuda no se ha hecho efectiva.

Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
Foto: Cortesía Felipe Rodríguez
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