La comunidad Orika está situada en Isla Grande, una de las islas que conforman el archipiélago de Islas del Rosario. Allí residen unas 800 personas, que viven de las labores agrícolas que ofrece la isla y del ecoturismo que impulsan con esfuerzo.
Hace apenas dos semanas, la comunidad recibió la titulación colectiva que la acredita como propietaria de los predios que han ocupado históricamente. Sin embargo, tras ganar la lucha judicial, que tardó unos 10 años, aún son muchas las necesidades pendientes por satisfacer y solucionar. En Orika no hay sistema de agua potable ni saneamiento básico, tampoco hay energía eléctrica y la comunicación por internet es solo un “lujo” con el que cuentan quienes tienen la posibilidad de adquirir un teléfono inteligente.
“El panorama no es muy favorable en cuanto a necesidades básicas insatisfechas, pero se tienen avances y gestiones, pese a que hay falta de voluntad política para concretar procesos”, explica Eika De La Rosa, presidenta del Consejo Comunitario de Orika.
El viernes anterior, unos 80 empleados de la regional Caribe de la empresa Telefónica Movistar, que hacen parte de su grupo de voluntariado, llegaron a la isla a concretar un proceso de acompañamiento que iniciaron en beneficio de la zona hace mes y medio. Se trató de “Un día por ellos”, un día de solidaridad que los voluntarios destinaron para realizar las entregas y actividades con los habitantes. Los colaboradores asumieron el reto de diseñar un plan para coordinar, financiar y entregar 6 equipos de cómputo, 7 MiFi para garantizar conectividad, mobiliario para la Casa de la Cultura de Orika, más de 300 libros nuevos, 2 estanterías para la biblioteca de la Institución Educativa Isla Grande, 23 bicicletas para uso comunitario, 4 páneles solares para el puesto de salud y la Casa de la Cultura, y la adecuación de espacios deportivos y recreativos de la isla. Lo anterior se logró a través de la recolección de más de 15 millones de pesos por parte de los voluntarios.
“Islas del Rosario no es solo sol y playa, no solo se viene a vacacionar, sino que aquí también hay una comunidad ancestral que lleva habitando más de 200 años, que hoy está en reivindicación de derechos ancestrales y que cuenta con una trayectoria de lucha que debe ser visibilizada, por lo que es importante que estas fundaciones, organizaciones, empresas y personas naturales coadyuven a estos procesos. Lo que hoy nos ofrecen nos da una ventaja competitiva”, mencionó la Presidenta del Consejo Comunitario de Orika.
Esfuerzo conjuntoDe Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Maicao y Montería llegaron los voluntarios de Telefónica para contribuir a mejorar el plan de vida de la comunidad Orika.
“Esta comunidad se selecciona para nuestro proyecto porque un alto directivo de Telefónica estuvo por acá, vio la situación de la comunidad, no solo en el aspecto de necesidades sino también en el empeño que están destinando en salir adelante. No es una comunidad que está esperando que la gente simplemente la ayude, sino que está enfocada en fortalecer aspectos como el turismo y nosotros nos sumamos a apoyarlos en ese proceso”, dijo Ximena Mora, gerente Regional de Movistar en Caribe.
“Nos hemos encontrado con una comunidad que tiene claro su plan de vida, qué sabe lo que tiene que hacer y cómo hacerlo, y nosotros simplemente somos un instrumento para hacer que las cosas sucedan un poquito más rápido. Es la primera vez que se logró involucrar a voluntarios de toda la regional Caribe de Telefónica para un proyecto como este”, señaló María Jimena Durán, directora de la Fundación Telefónica en Colombia.



