Los familiares de Katia Melisa Pérez Atencio no tienen palabras para agradecer la bondad de la gente.
En menos de dos días fue tal la movilización de medios de comunicación, particulares y entes reguladores de los servicios de salud, que su EPS accedió a facilitarle los pasajes para ella y un acompañante, el alojamiento en un albergue y 120 mil pesos, para que la menor cumpliera con una cita con médico especialista en Medellín.
Ayer, la niña diagnosticada con una enfermedad autoinmune viajó a la capital de Antioquia, donde hoy la atenderá un reumatólogo pediatra, que le indicará cuál es el tratamiento más adecuado para su enfermedad.
Más que reconocer que Salud Total haya “colaborado”, ya que como entidad promotora de los servicios de salud debe cumplir con la atención integral de sus pacientes, según lo ha explicado en varias oportunidades la Dirección Operativa de Aseguramiento del Departamento Administrativo de Salud Distrital (Dadis), los allegados a Katia destacan el buen corazón de los colombianos. Lea aquí: Katia Melisa viajará hoy para ser atendida en Medellín.
Cartageneros y personas residentes en otras ciudades brindaron su ayuda para que Katia no perdiera su cita y fueron fundamentales en que el viaje haya salido adelante en tan poco tiempo.
Sumando esfuerzosEl desplazamiento de San José de los Campanos, barrio en el que vive la familia, hasta el aeropuerto Rafael Núñez estuvo a cargo de la Policía Metropolitana de Cartagena que se ofreció a colaborar. Lea aqui: Salud Total le otorgó cita médica en Medellín y se niega a cubrir el traslado.
Además de Katia y su madre, también viajó Milton Pérez, padre de la menor, gracias a la ayuda de una médico radióloga sincelejana, radicada en Medellín desde hace años, quien voluntariamente compró los pasajes de Milton y dispuso un vehículo que los recogiera en el aeropuerto de Río Negro, los llevara hasta el albergue y hoy los transportara hasta el Hospital Pablo Tobón Uribe, donde tiene cita la niña.
“Hemos estado rodeados de ángeles, ayer (miércoles) cuando esa señora llamó al papá de Katia, él lloraba, no podía creer que hubiese alguien sin ningún interés que quisiera ayudarlos de esa manera. Estamos muy agradecidos”, concluyó Sandra Silva, vecina y amiga de la familia, quien ha estado al pie del caso de la niña.
