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Cartagena

Método sin dolor contra cálculos renales, de moda en el HUC

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Todas las personas sufren de cálculos renales, pero solo el 10 por ciento de ellos son tratados mediante asistencia médica por ser piedras grandes, mientras que el 90% salen solos del organismo, expulsados a través de la orina, ya que son muy pequeños.

Para ese 10% de pacientes atacados por cálculos tormentosos, los avances de la ciencia médica y la tecnología de última generación les brinda la opción de un moderno procedimiento, prácticamente nada invasivo, denominado Ureterorrenoscopia Flexible más Litotricia Láser Holmiun.El doctor Alfredo Mendoza Luna, médico urólogo y cirujano adscrito al Hospital Universitario del Caribe (HUC) en Cartagena, destaca las bondades de este avanzado método para liberar completamente a las personas del doloroso ataque de los cálculos renales.Hace dos años la Ureterorrenoscopia ingresó a Cartagena, para posesionarse en el HUC como uno de los servicios asistenciales más importantes del momento en esta ciudad.

MARCA DIFERENCIAEl procedimiento tarda entre 60 y 90 minutos, y tiene reveladoras ventajas sobre los demás métodos de su género, para tratar las masas calcificadas en el sistema renal.El médico Alfredo Mendoza explica que con la Ureterorrenoscopia Láser se evitan la cirugía invasiva y los efectos agobiantes de un pos-operatorio, el paciente no experimenta dolor, es mucho más rápida la recuperación, el intervenido puede irse a casa el mismo día del procedimiento, basta con apenas una sesión y se reducen sustancialmente las complicaciones por sangrado y el riesgo de infecciones.Además los tejidos orgánicos permanecen intactos, pues no se altera su anatomía original, y todo esto se debe a que el maltrato es mínimo, ya que los equipos digitales y elementos utilizados para el procedimiento son idealmente flexibles.

CÓMO FUNCIONALa Ureterorrenoscopia Láser “es mínimamente invasiva, porque a través de las mismas cavidades naturales del paciente o vías urinarias, se ingresa y se llega hasta el sitio donde se encuentra el cálculo y se destruye pulverizándolo con un láser de Holmiun”, dice el el urólogo Alfredo Mendoza Luna.Esa emisión de luz radiactiva sale disparada desde la punta de una delgadísima fibra y va fragmentando hasta pulverizar al indeseado 'huésped' que se ha petrificado en algún tejido del aparato renal.Todo el tiempo la intervención es con agua que va arrastrando hacia el exterior todas las partículas, hasta liberar al paciente de las 'intrusas' piedras, ya que la máquina permite agarrar hasta el último fragmento y sacarlo. “Para nada es la clásica cirugía abierta, sino un procedimiento muy moderno y efectivo para la litiasis (cálculo), sea en el riñón o en las vías urinarias. No es un procedimiento invasivo, reitero esto porque todavía la gente tiene en la cabeza que los cálculos se operan con cirugía abierta, y ya eso no es así”, anota el especialista médico. Aclara Mendoza Luna que solo cuando los cálculos son demasiado grandes como para sacarlos por las cavidades naturales del cuerpo humano, es necesario recurrir a una cirugía abierta, pero hoy la mayoría de esos cuerpos extraños se deben manejar con este moderno procedimiento.“El tratamiento de los cálculos renales dependerá de su localización en el organismo, el tamaño, la dureza o consistencia, y el número de calcificaciones”, anota el profesional de la salud.

NO DEJE QUE EL CÁLCULO TOME VENTAJALos cálculos pueden crecer en el organismo por dos motivos: uno, que a pesar de la aparición del malestar, la persona no se lo trate médicamente porque los dolores iniciales son ocasionales. Dos, que sea un cálculo asintomático, de manera que su poseedor no sabe que lo tiene.Las personas más propensas a padecer cálculos renales son aquellas con sobrepeso, con problemas metabólicos relacionados con el procesamiento de calcio en su organismo, las que beben poca agua y consumen mucha sal, y una mala dieta en general.Se produce dolor, que puede ser mucho (cólicos), cuando estos cuerpos ajenos al organismo obstruyen las vías renales. Pueden llegar a tener la capacidad suficiente para dañar un riñón.

Momento en que el doctor Alfredo Mendoza le practicaba una Ureterorrenoscopia más Litotricia Láser a una paciente con cálculos renales, en uno de los quirófanos del Hospital Universitario del Caribe. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Momento en que el doctor Alfredo Mendoza le practicaba una Ureterorrenoscopia más Litotricia Láser a una paciente con cálculos renales, en uno de los quirófanos del Hospital Universitario del Caribe. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Con moderna tecnología mínimamente invasiva hoy son atacados los cálculos renales, sin dolor para el paciente. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Con moderna tecnología mínimamente invasiva hoy son atacados los cálculos renales, sin dolor para el paciente. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
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Alfredo Mendoza Luna, urólogo del Hospital Universitario del Caribe.
Alfredo Mendoza Luna, urólogo del Hospital Universitario del Caribe.
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Con una delgadísima fibra se dispara el láser para fragmentar el cálculo renal. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Con una delgadísima fibra se dispara el láser para fragmentar el cálculo renal. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Una radiografía muestra la localización del cálculo renal. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
Una radiografía muestra la localización del cálculo renal. PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
PEDRO TORRES, EL UNIVERSAL
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