Uno de los barcos de guerra más modernos de la armada estadounidense, el buque de asalto anfibio USS América (LHA-6), que tiene una pista para el aterrizaje de aviones de guerra, llegó ayer a la ciudad para estrechar sus lazos fraternales con el país y hacer actos protocolarios.
En el buque, que costó 2.6 billones de dólares, pesa 45 mil toneladas y mide 257,3 metros de eslora (largo, desde la proa hasta la popa), operan aviones tipo MV-22B, aviones de ataque, helicópteros pesados de transporte, helicópteros de ataque y helicópteros de rescate.
Está tripulado por 1100 navegantes y 400 infantes de marina de diferentes nacionalidades, entre estos se encuentran cinco marinos colombianos.
Su misión es humanitaria, brinda ayuda en desastres naturales, trabaja con aliados de la Región y lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo.
El barco se diferencia de otros anfibios porque está construido para que aterricen aeronaves; a su vez se le considera uno de los más modernos por su sistema de combate y de grandes comunicaciones.
El USS América, que por primera vez llega a Colombia con su tripulación, estuvo en Coveñas visitando la Base de Entrenamiento de la Infantería de Marina y haciendo ejercicios de Armada junto a marinos colombianos, con el objetivo de compartir sus conocimientos.
En el barco estuvieron el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, el general Jhon F. Kelly, comandante del comando sur de los Estados Unidos; el embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker; el comandante de la Marina Colombiana, almirante Hernando Wills; y el general Juan Pablo Rodríguez, comandante general de las FF.MM.
Según el Ministro de Defensa “así como otras naciones tienen derecho de establecer sus relaciones bilaterales, Colombia tiene y busca seguir fortaleciendo sus relaciones con EE.UU y otras naciones para luchar contra las amenazas comunes, el narcotráfico, terrorismo, tráfico de armas y lavado de activos”.



