La aparición en Manga de serpientes de diversos tamaños de la especie Boa, no es un tema de semanas, sino de meses y hasta de años, a juzgar por las nuevas versiones de residentes establecidos en la franja urbana entre la Cuarta Avenida y los humedales del caño aledaño a la Avenida del Lago (Lea: Alarma en Manga por aparición de serpientes).
Cinco (5) años atrás, miembros de la familia Puello encontraron una boa mediana enrollada en la manguera de la lavadora, y hace dos años nuevamente se percataron de la presencia de estos reptiles en el patio de la casa, esta vez más pequeños.La vivienda de esta familia se localiza entre el Primer Callejón y los límites del Conjunto Residencial Villa Venecia.Cuenta Ruth Puello que un niño de 8 años, en una vivienda vecina, está atacado por los nervios desde que supo de la reaparición de los ofidios, y que la señora de la casa esparce Creolina en el patio todas las noches, porque le han dicho que el olor penetrante de este químico ahuyenta a estos animales silvestres (Lea: Limpian manglar que bordea a Manga).
HACE OCHO MESESA la agitación que vive la comunidad de la Isla por la reciente aparición de cinco grandes boas, entre diciembre y enero de este año, se suma la versión de Luis Castellón Hernández, domiciliado al final del Primer Callejón de Manga, frente al humedal.Recuerda que hace ocho meses encontraron una boa gruesa de aproximadamente dos metros de largo, merodeando en el patio de su vecina Candelaria Trucco.“Un carromulero que casualmente pasaba por la esquina de la Cuarta Avenida, y que de manera concidente meses anteriores había controlado otra boa en una casa que queda más allá, fue quien tomó a la serpiente y la metió en un saco para que la Policía se la llevara”, narra Castellón.“Lo que pasa también es que por aquí hay mucha rata, y las boas las persiguen porque son su alimento preferido”, anota el residente (Lea: En la Cuarta Avenida: “Tenemos insalubridad por la ineficacia del alcantarillado”).
SON VISTAS CON FRECUENCIADesde uno de los balcones altos del Edificio Mirador del Marqués, al final del Callejón Dandy, una vecina ha visto varias veces las serpientes moviéndose en el humedal, dejando el surquillo en el agua al avanzar,.El vigilante de la misma copropiedad las ha visto desde su puesto de trabajo, en el primer piso, arrastrándose en tierra, cerca de la orilla del caño, y dejando también la señal de su paso por el lugar (Lea: Alerta en sector Dandy de Manga, por aparición de zorros).Quienes relatan estos casos, se sienten sin desearlo, protagonistas de una historia de tensión propia de Hollywood, sometidos a vivir la hasta que las autoridades se inmuten a ponerle la cara a esta situación, que no ha pasado a mayores, gracias a que las boas no son venenosas, pues habitualmente son cazadoras de presas pequeñas y medianas, a las que someten enrollándose a su alrededor para constreñirlas, contrayendo los poderosos músculos de su alargado cuerpo hasta asfixiarlas.
CARTA AL EPA
Más de 40 firmas de vecinos de la Cuarta Avenida, acompañan un oficio remitido el pasado 10 de enero al Establecimiento Público Ambiental (EPA), manifestando estar “agobiados por el hallazgo de 5 serpientes boas” en sus casas, y anotan que en los últimos cuatro meses han encontrado en las viviendas de la zona, 15 de estos reptiles.Añaden sentirse solos y desprotegidos en esta situación, y desconocer los resultados de la visita al sector, de un ingeniero agrónomo del EPA, para empezar a trabajar sobre el tema.Más de 40 firmas de vecinos de la Cuarta Avenida, acompañan un oficio remitido el pasado 10 de enero al Establecimiento Público Ambiental (EPA), manifestando estar “agobiados por el hallazgo de 5 serpientes boas” en sus casas, y anotan que en los últimos cuatro meses han encontrado en las viviendas de la zona, 15 de estos reptiles.Añaden sentirse solos y desprotegidos en esta situación, y desconocer los resultados de una visita hecha al sector, por parte de un ingeniero agrónomo del EPA, para empezar a trabajar sobre el tema.
