A pesar de los correctivos tomados por la Iglesia Castillo de Oración y Milagros, continúan los inconvenientes con su inmediata vecina Carmen Regina Castañeda Verano.
En un nuevo fallo judicial fechado el pasado 5 de septiembre de 2013, el Juzgado Séptimo Administrativo de Cartagena le ordena al alcalde de la Localidad 1 Histórica y del Caribe Norte, Mauricio Betancourt Cardona, cumplir en el término de diez días, una vez notificado de esta providencia, las sanciones y órdenes impartidas en la Resolución 287 del 27 de octubre de 2008, como es una multa por $66’454.560 impuesta a Lyda Arias por violar las normas urbanísticas con obras realizadas sin la respectiva licencia de construcción (Lea: Iglesia cristiana de Castillo espera fallo definitivo).La sentencia también dispone que el alcalde menor deberá remitir a la Personería Distrital un informe sobre sus actuaciones, para que ese organismo adscrito al Ministerio Público, adelante la correspondiente investigación disciplinaria en su contra por el incumplimiento de la resolución.El fallo es el resultado de una demanda interpuesta por la misma demandante Carmen Castañeda Verano contra el funcionario público, por desatender el referido acto resolutivo.
EL LITIGIODesde hace siete años Carmen Castañeda mantiene un pleito jurídico con los representantes del templo, aduciendo que durante sus oficios religiosos emite altos niveles de ruido que perturban la tranquilidad de su hogar.La pastora Lyda Elena Arias de García, a cargo de la Iglesia Castillo de Oración, por su parte manifiesta que ha hecho los trabajos de insonorización necesarios para evitar causarle molestias a su vecina (Lea: Fallan tutela contra iglesia cristiana que excedía niveles de ruido).En visita de Gente Bahía a estas instalaciones, la pastora mostró el revestimiento que le han puesto a las paredes, dice que se han tenido en cuenta todos los detalles, al punto de que el recubrimiento es semejante al que se le instala a los estudios de grabación y a las radioemisoras para evitar que se escape el sonido y que tampoco entre ruido de fuentes externas.Agrega que la iglesia cuenta con los debidos permisos para funcionar como tal y que incluso el Establecimiento Público Ambiental (EPA) ha visitado el lugar para hacer los respectivos procedimientos de rigor, y todo lo han encontrado normal.“La señora Castañeda es la única vecina con la que he tenido inconvenientes, no se adónde quieren llegar”, añade Lyda Arias. En contraste Jesús Antonio Cabrera Córdoba, familiar de la demandante y quien vive en la misma residencia, asegura que los trabajos para insonorizar a la iglesia no se realizaron de manera correcta, e insiste en que el uso del suelo de esa zona es residencial, más no comercial, razón por la cual la iglesia estaría funcionando de manera ilegal.Agrega que nada tiene contra la libertad de culto, y que no son una familia de problemas, pero sienten vulnerados sus derechos a la tranquilidad, especialmente los domingos, y por eso Carmen Regina Castañeda recurrió a la administración de justicia para que todo se resuelva de manera legal.
