Desde que tiene uso de razón Víctor Puello Caballero trabaja en el campo, labor que aún realiza a pesar del enorme tumor que desde hace unos meses creció en su pierna derecha, la cual, según los médicos que lo asisten, hay que amputar.
Para este labriego y su familia, la idea de que el padre de seis hijos pierda una de sus extremidades resulta tan difícil de aceptar que exigen una segunda opinión médica antes de tomar una decisión.
“Nueve meses después de haber ido al médico porque se sintió una masa en la pierna, fue que le ordenaron una biopsia en la que le diagnostican `sarcoma de alto grado´ y le indican que como el tumor se le comió el hueso hay que amputarlo. Eso no podemos entenderlo porque Víctor se pone de pie, monta bicicleta y sigue trabajando”, dijo Jairo Puello, su hermano.
Después de 12 días hospitalizado, en los que le practicaron los últimos estudios médicos que determinaron el procedimiento a seguir, Víctor no aceptó el concepto del ortopeda de Mutual Ser, EPS a la que está afiliado, y se devolvió para Arjona, donde vive y continúa trabajando, asegurando que no siente mayor molestia más que la del peso y el volumen de la masa en su pierna.
Vida o muerte
Respecto al caso de Víctor, El Universal consultó al médico ortopeda Pedro Ruiz del Hospital universitario del Caribe, quien opinó que un paciente con la patología que el hombre de 43 años presenta debería atender el procedimiento sugerido por el especialista que lo ha tratado, dado que de no amputarse su vida corre peligro.
“En este caso se trata de una urgencia ya que este tipo de cáncer es muy agresivo y puede hacer metástasis. Cuando uno como médico recomienda una amputación es porque de esta forma se puede disminuir el riesgo de que la enfermedad se propague y esto le cueste la vida al paciente”, afirmó el especialista.
El galeno agregó que un tumor como el de Víctor compromete los vasos sanguíneos y nervios de su pierna, por lo que su médico tratante habría determinado cortarla.


