El lente de este periódico capturó en las calles de Manga las imágenes de un carromula cargado de una poda, rumbo a la zona forestal de la Ciénaga Las Quintas, donde seguramente fueron depositados esos restos vegetales (Lea: Carromulas, desaforados por las calles de Manga).
Parecía un árbol ambulante en mitad de la calle.
También halló el sitio de donde provenía la poda, un inmueble de la Avenida Jiménez, y por lo visto su propietario se abstuvo de llamar al consorcio de aseo que atiende esa zona para que hiciera la adecuada disposición de la poda.
La administradora de empresas Rosario López Guerrero, quien está al frente de la Fundación Huellas de Amor, que defiende a los animales, manifiesta que junto a organismos como la Fundación Rescate para Animales Desamparados (FRAD) y Ángeles con Patas se hacen esfuerzos para impulsar el cumplimiento del Decreto 0178 de 2012, de trascendencia nacional, el cual determina la sustitución de los vehículos tracción animal por estéticos motocarros debidamente homologados para carga liviana de máximo 770 kilogramos de capacidad (Lea: Ultimátum para ‘carromulas’).
“Hace dos meses hicimos un plantón frente a la Alcaldía, en la Plaza de La Aduana, reclamando el cumplimiento de esa norma nacional”, recuerda López Guerrero.
Hubo entonces una reunión de los defensores de los animales que protestaban, con funcionarios de la Secretaría General y la Umata, en la cual hablaron de un rubro de 270 millones de pesos para comenzar el proceso de reemplazo de los primeros vehículos de tracción animal por carromodelos livianos (Lea: Carromulas: mandados a recoger).
Esto se haría inicialmente en Manga y Crespo, pero hasta ahora no se ha visto movimiento ni resultado alguno respecto de ese tema.

