Los más de 50 ancianos e indigentes y las Misioneras de la Caridad que viven en el Hogar San José, ubicado al lado del mercado sectorial de Santa Rita, dicen sentirse afectados por la cantidad de desechos que son alojados al lado del mismo.
Las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, quienes dirigen este hogar que vive de la gracia y voluntad de Dios y de las personas que a través de sus aportes ayudan a mantenerlo en pie, aseguran que los ancianos que son recogidos de la calle, para recibir una mejor atención, son los más afectados pues los malos olores, y la contaminación que está latente en el ambiente, les generan constantes infecciones y pone en peligro la salud.
“Son muchos los desechos, incluso animales muertos que nos generan contaminaciones mayores y eso afecta la salud de nuestros viejitos”, aseguró la Hermana Presentina, superiora de la congregación.
La mayor preocupación es la salud de los ancianos quienes a su edad, son más vulnerables a contagiarse de infecciones y bacterias que se respiran en el ambiente y que además perturban la labor de las Hermanas Misioneras y de las personas que llegan a este lugar para colaborar con esta obra.
En vista de que la situación de contaminación que es cada vez más latente, los colaboradores del hogar, piden a las autoridades ambientales del Distrito que se apersonen del problema y ayuden a disminuir la contaminación en este sitio.
“Lo que queremos es que el Distrito y las autoridades ambientales tomen cartas en el asunto porque la situación es cada vez más complicada y nuestro temor es a que los viejitos se nos enfermen, porque una infección en la tercera edad es muy riesgosa”, dijo Katya Chadid, colaboradora del asilo.
“HEMOS SIDO VÍCTIMAS DE ROBO”
El problema ambiental no es lo único que aqueja a la comunidad del Hogar San José. En lo corrido de esta semana, han sido asaltados en dos oportunidades, por drogadictos y antisociales que merodean esta parte de la ciudad y que abusan de la buena fe de las directivas de este hogar.
“Se montaron en la pared y se metieron al lado de la imagen de San José y así lograron entrar. La primera vez se llevaron un parlante que usábamos para que se escuchara la Eucaristía en todo el hogar y luego se llevaron una mesa, sillas y una carreta”, explicó la Superiora, quien además aseguró que ya en otras oportunidades han sido asaltadas.
La superiora Presentina, dijo también que en varias oportunidades han llamado a la Policía para que les colabore con la seguridad en los alrededores, pero que han hecho caso omiso al llamado.
“Muchas veces llamamos, pero la Policía no viene y seguimos siento víctimas de estas personas”.
ALEJAN A LOS COLABORADORES
Al igual que las Hermanas de la Caridad, las personas que sirven de colaboradores a este hogar y que llegan hasta el mismo para entregar sus ayudas y visitar a los ancianos, también se sienten atemorizadas por los ladrones que frecuentan este sector, pues aseguran que les piden dinero y si no lo entregan, se los quitan a la fuerza.
“Cuando venimos nos toca traer el dinero ya en la mano para evitar inconvenientes con estas personas que son un peligro, porque muchas veces si nos rehusamos a entregarles el dinero lo piden a la fuerza y los sábados que aumentan las visitas se aprovechan para pedir y atracar”, dijo un colaborador, quien aseguró que esto ha hecho que muchos colaboradores dejen de visitar a los refugiados, que son todos personas de la tercera edad que no tienen familia y que son rescatados de la calle.
