Llegó Carlos Miguel Otero Gerdts, y junto a él, una andanada de críticas respecto de su designación como alcalde encargado por parte del Gobierno Nacional a través del decreto 2327 del 13 de noviembre de 2012, decisión que se hizo sobre la terna enviada a la Presidencia por la Alianza Social Independiente.
Algunos sectores se muestran complacidos, más que por la persona encargada, por la necesidad de que en la ciudad se genere una estabilidad en el gobierno local y que pueda continuar en firme con el objetivo que se propuso el encargado saliente, Bruce Mac Master, de recuperar la confianza de los cartageneros.
Varios políticos se pronunciaron y recibieron con respeto la designación presidencial. Unos, como, William García Tirado, recibieron con beneplácito el nombramiento. También hubo rechazo y críticas al nuevo encargado. El concejal por el Polo Democrático, David Múnera, mostró su inconformismo porque, para él, la ciudad “necesita ser liderada por una persona que no tenga tacha alguna”.
La oposición
Esta oposición tiene causa. En febrero de 2002, la Contraloría General de la República exigió al Fondo de Confinanciación para la Inversión Rural (DRI) entidad de la que Otero Gerdts era director, y hoy en liquidación la suspensión de un giro de unos $150 mil millones que serían destinado a unos 700 convenios de inversión en los municipios, con la sospecha de que estos dineros se estarían utilizando para la financiación de campañas políticas.
En ese momento, Otero Gerdts se mostró dispuesto a cualquier investigación, asegurando que había hecho las cosas bien, y que mientas avanzaba la investigación por parte del ente de control, echaría atrás una serie de convenios por cerca de 70 mil millones de pesos.
Finalmente, el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Hacienda, suspendió el giro de esos recursos acogiendo las denuncias del contralor Carlos Ossa Escobar, y dio las instrucciones para que no se moviera un solo peso hasta no aclarar las dudas del ente de control. Otero dijo ayer: “Hace más de 4 años tengo cerrada toda investigación correspondiente al DRI, eso me llena de orgullo”.
Por otra parte, Otero Gerdts también estuvo en la baraja de candidatos para asumir la Gerencia de Transcaribe, lugar en el que, finalmente, fue designado José López Amaris, hijo del también político Alfonso López Cossio.
Según reseña la revista Semana, hubo reacción en contra del nombre de Otero para asumir ese cargo por lo ocurrido en el DRI, y que, además, no cayó bien entre los miembros de la Junta Directiva. Dice la revista que para este cargo, Otero Gerdts contaba con el apoyo de la senadora Piedad Zucardi, del partido de la U.
En esa época, Otero señaló que no era parte de los García, sino del partido de la U. De hecho, participó en la campaña en Cartagena del presidente Juan Manuel Santos. En rueda de prensa aseguró: "Nunca he votado por los señores García, jamás. El último encuentro que tuve fue en la campaña del Presidente. Tengo una amistad personal con ellos de toda la vida".
Dentro de esos cuestionamientos, se reavivó la duda de si Otero, como todos los demás ternados, sí pertenecía a la ASI.
Otras voces
El periodista Juan Gossaín, quien anteriormente había dicho que al alcalde Campo Elías Terán lo acompañaba una “pandilla”, expresó que “la única culpa la tiene la ciudad, los que eligen o dejan de elegir, los que votan mal o, lo que es peor, los que ni siquiera se toman el trabajo de ir a votar”.
Así mismo, expresó que la interinidad genera desgobierno e inestabilidad, dado que Otero es el quinto alcalde en la crisis a raíz de la salud de Terán Dix.
En ese tiempo de crisis, sin contar al titular, la ciudad ha tenido como alcaldes a Felipe Merlano, Óscar Brieva, Bruce Mac Master y, ahora, Carlos Otero, en menos de tres meses.
Alcalde y primo
Otra situación cuestionada es el parentesco con el director de Distriseguridad, Luis Guillermo Otoya Gerdts, de quien es primo hermano, como lo confirmó el mismo Otoya a la prensa. “Somos primos hermanos. La familiaridad es absoluta”, dijo Otoya, expresando que esa situación podría ser utilizada por “enemigos políticos”. (Lea más sobre las declaraciones de Otoya Gerdts aquí)
También dijo que Otero le había pedido anteriormente que lo acompañara en caso de quedar como alcalde encargado. Hay preguntas sobre si el parentesco genere algún tipo de incompatibilidad para el ejercicio de sus funciones.
La Constitución Política de Colombia, en su artículo 126, indica: “Los servidores públicos no podrán nombrar como empleados a personas con las cuales tengan parentesco hasta el cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad, primero civil, o con quien estén ligados por matrimonio o unión permanente”. Así mismo, el artículo 19 de la Ley 53 de 1990 que modifica el artículo 87 del Código de Régimen de Municipios (decreto-ley 1333 de 1986) señala también que “el cónyuge, compañero o compañera permanente, ni los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad, segundo de afinidad o primero civil del alcalde (...) no podrán ser nombrados ni elegidos para cargo alguno en ninguna dependencia del respectivo municipio, ni contratar con el mismo, dentro del período para el cual fueron elegidos”.
También el artículo 6 de la Ley 190 de 1995, indica que “en caso de que sobrevenga al acto de nombramiento o posesión alguna inhabilidad o incompatibilidad, el servidor público deberá advertirlo inmediatamente a la entidad a la cual preste el servicio”, y que si dentro de los tres meses siguientes el servidor no ha puesto final a la situación “procederá su retiro inmediato, sin perjuicio de las sanciones a que por tal hecho haya lugar”.
Otero dijo que consultó a abogados de la Presidencia sobre la permanencia de su primo y le dijeron que no tiene ningún tipo de inhabilidad, incluso, para nombrarlo hoy. Se conoció que Luis Guillermo Otoya presentaría hoy su renuncia.
