La cantidad de excremento de perros esparcidas por el paseo peatonal de Manga, tiene a sus vecinos desesperados.
Así lo denunciaron algunos de ellos al periódico El Universal.
Los denunciantes reclaman este espacio que fue diseñado para la relajación, recreación y esparcimiento de los habitantes del barrio y que hoy en día se ha convertido en el “baño” de las mascotas del sector.
Un nauseabundo olor se ha apoderado del lugar como consecuencia de la materia fecal que cada 2 metros (por mucho) la personas al caminar se encuentran.
Algunos incluso se han visto en la desagradable situación de sin querer pisan algunas de estas heces en su recorrido por la zona.
Algunos consideran que realizar campañas educativas para que las personas tomen consciencia respecto a acciones que como esta afectan la convivencia y la tranquilidad de los vecinos, podría ayudar a erradicar o por lo menos disminuir la problemática.
“Deberían hacer campañas, repartir flayers, en horas claves como por ejemplo a las 6 pm que es cuando las personas generalmente sacan a pasear los perros”, propuso Maria Claret Cardeño, habitante de Manga.
Campañas educativas
Amaury Lora, alcalde de la Localidad 1, aseguró que las campañas de concientización y cultura ciudadana comenzaron la semana pasada, luego de que representantes de la Asociación del barrio (Asomanga), expusiera la problemática mediante una reunión.
“Nos reunimos con los directores tanto de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) como del Departamento Administrativo Distrital de Salud (DADIS) para transmitir este mensaje eduacativo a la comunidad”, afirmó Lora.
El alcalde la Localidad 1 concluyó que de persistir los problemas habrán sanciones por parte de estas dos entidades competentes que podrían llegar hasta el decomiso mismo de las mascotas.
Otras zonas afectadas
Sin embargo este no es un problema que sólo se viva en Manga. Bocagrande, el Cabrero, Crespo, Almirante Colón, Zaragocilla, Boston, son algunos de los muchos barrios afectados con esta problemática en la ciudad cómo lo reiteraron sus habitantes.
“Cartagena para ser una ciudad turística es muy sucia y huele mal”, dijo María Claret Careño, habitante de Cartagena.
Los afectados coinciden en que la problemática es una muestra más de la falta de cultura ciudadana latente en la ciudad.
“Las personas deberían tener más sentido de pertenencia con la ciudad”, dijo, María Mercedes Muñoz, habitante de Cartagena.
