El mercado automotriz ha evolucionado rápidamente en los últimos años, centrándose, especialmente, en responder a los problemas ambientales generados por las grandes industrias a través de tecnologías más eficientes y limpias que, a su vez, han llevado a generar un cambio en el pensamiento global y a la consideración de cada una de ellas al momento de comprar un vehículo.
Desde hace al menos una década, una de las principales soluciones que se han establecido para el cuidado del medio ambiente es la creación de autos eléctricos e híbridos, como reemplazo de los autos de combustión.
Sin embargo, la forma de escoger entre uno u otro depende de las características ofrecidas por cada uno y, esencialmente, de las necesidades individuales del conductor.

¿Cómo funcionan los autos eléctricos, híbridos y de combustión?
Para poder escoger entre uno u otro, es necesario entender cómo funcionan estos tipos de vehículo.
Los autos de combustión funcionan gracias a un motor de combustión interna, que transforma la energía química del combustible en energía mecánica para mover el vehículo.
Los autos eléctricos, por su parte, funcionan exclusivamente con baterías recargables que se alimentan de la red eléctrica. Estos vehículos son completamente libres de emisiones directas de CO2 y ofrecen un ahorro importante en costos de energía. Sin embargo, para su uso diario debe tenerse en cuenta que, a pesar de su bajo costo de energía, estos autos también tienen una autonomía limitada, por lo general de unos 300 kilómetros por carga, lo que requiere una buena planificación de rutas y acceso a puntos de recarga.
Mientras que los autos híbridos están equipados con dos motores (uno de combustión y otro eléctrico), lo que les permite alternar entre ambas fuentes de energía según las necesidades del trayecto, convirtiéndose en una opción versátil, especialmente para aquellos que recorren distancias largas o requieren más potencia.

Ventajas y desventajas
Los autos eléctricos usualmente ofrecen confort en su uso, economía por precios accesibles para todo público y emisiones casi nulas de CO2. Sin embargo, presentan limitaciones importantes, como su autonomía reducida y los tiempos de recarga más largos que en vehículos tradicionales.
Los autos híbridos, por su parte, proporcionan mayor autonomía que los eléctricos y no dependen exclusivamente de estaciones de carga. Sin embargo, no son completamente libres de emisiones, su costo inicial es alto, y su mantenimiento puede resultar más costoso a largo plazo.
Los autos de combustión ofrecen la ventaja de una mayor autonomía y una infraestructura bien establecida para el suministro de combustible, pero tienen desventajas significativas, como su impacto ambiental y el costo fluctuante del combustible.

Entonces ¿Cuál elegir?
Para los conductores que principalmente realizan trayectos urbanos cortos, los autos eléctricos ofrecen una alternativa más económica y amigable con el medio ambiente, a precios accesibles para la mayoría de sus usuarios.
Para quienes priorizan el desempeño en carretera y la autonomía, los autos híbridos pueden ser la mejor opción, pues ofrecen la flexibilidad de utilizar tanto combustible como electricidad, permitiéndoles realizar trayectos más largos sin preocuparse tanto por la carga de la batería.
La opción menos recomendada actualmente son los autos de combustión, pues las desventajas para el medio ambiente y la economía de su usuario son menores a lo que ofrecen. Además, el futuro de este tipo de vehículos es incierto, debido a la incursión de tantas opciones con precios iguales o, incluso, más económicos.
Aunque la elección entre un auto eléctrico, híbrido o de combustión depende de las necesidades específicas de cada conductor, el panorama actual y futuro favorece claramente a las opciones más limpias y eficientes para los usuarios y el medio ambiente.