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América Latina y el Caribe: líderes en la producción de energía limpia y estable

“Energías renovadas: Transición energética justa para el desarrollo sostenible”, nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED).

América Latina y el Caribe: líderes en la producción de energía limpia y estable

La transición energética de la región debe ser justa y equitativa, fomentando el crecimiento económico inclusivo y reduciendo la desigualdad.

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En un esfuerzo por abordar los desafíos globales de cambio climático y desarrollo sostenible, el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) ha publicado su nuevo Reporte de Economía y Desarrollo (RED) titulado “Energías renovadas: Transición energética justa para el desarrollo sostenible”. Este informe detalla el inmenso potencial de América Latina y el Caribe para convertirse en un líder mundial en la producción de energía limpia, barata y estable.

Desde 1850, la actividad humana ha emitido más de 2.300 gigatoneladas de dióxido de carbono (CO2), con más del 68% de estas emisiones derivadas de fuentes fósiles. Los científicos advierten que, con las tasas actuales de emisiones, solo quedan 28 años para limitar el aumento de la temperatura a 2 °C y apenas nueve años para limitarlo a 1,5 °C respecto a la era preindustrial. América Latina y el Caribe, aunque responsable de solo el 11% de las emisiones globales, es particularmente vulnerable a los efectos del cambio climático, lo que requiere esfuerzos significativos en adaptación y resiliencia. (Lea también: Más de 3.000 especies en peligro de extinción por desastres naturales).

La transición energética de la región debe ser justa y equitativa, fomentando el crecimiento económico inclusivo y reduciendo la desigualdad. Cada país de la región deberá adaptar sus estrategias y ritmos de transición a sus realidades específicas. Según el RED, la región puede contribuir significativamente al proceso global de transición energética aprovechando sus reservas de minerales críticos, como el litio, el cobre y el níquel, y utilizando sus reservas de gas como puente hacia energías más limpias.

El informe destaca la necesidad de incrementar la capacidad de generación de electricidad a partir de fuentes renovables no convencionales y desarrollar combustibles de bajas emisiones, como los biocombustibles y el hidrógeno.

Durante la transición, el gas natural puede desempeñar un papel crucial al sustituir combustibles fósiles más contaminantes como el petróleo y el carbón. Si se sustituyera el 50% del uso actual de petróleo y carbón por gas, las emisiones de la región podrían reducirse en un 7%, representando casi un 65% de los compromisos de reducción fijados para 2030.

Desde la perspectiva de la demanda, la eficiencia y el ahorro energético son esenciales para la descarbonización. En el sector industrial, esto implica la electrificación de procesos actualmente dependientes de combustibles fósiles y la promoción de la economía circular. En el transporte, se destaca la importancia del uso de transporte público sostenible y la electrificación de la logística urbana. Para el transporte de carga, la eficiencia y el uso de combustibles alternativos son claves.

Una transición justa también requiere cerrar las brechas de acceso y calidad de energía que persisten en la región. El RED recomienda la electrificación de consumos domésticos, como calefacción y cocción, evitando el uso de biomasa y promoviendo la eficiencia energética con electrodomésticos de bajo consumo y mejores envolventes para edificaciones.

La transición energética impactará transversalmente a las economías de la región, afectando el mercado laboral y la estructura económica. Se prevé un desplazamiento de trabajadores hacia empleos “verdes” que requieren habilidades más avanzadas y ofrecen salarios más altos.

Las respuestas a estos desafíos serán específicas a cada país, dependiendo de su matriz energética y dependencia de combustibles fósiles.

El RED también plantea políticas transversales para facilitar la transición, incluyendo el financiamiento verde, los mercados de carbono, las tecnologías de captura de carbono y la economía circular. Coordinando esfuerzos nacionales y regionales, América Latina y el Caribe pueden liderar una transición energética exitosa, promoviendo un desarrollo sostenible y equitativo.

En la presentación del RED, realizada el 13 de junio en Santiago de Chile, participaron destacados ministros y expertos en transición energética, reafirmando el compromiso de CAF de apoyar a la región en este crucial proceso. Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, destacó la capacidad de la región para ofrecer soluciones y contribuir al esfuerzo global de transición energética.

América Latina y el Caribe están en una posición única para liderar la transición hacia energías renovables, asegurando un futuro sostenible y próspero para sus habitantes y el mundo.

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