En el caso de Colombia, diferentes han sido los compromisos ambientales para proteger al planeta y garantizar un futuro sostenible para los colombianos. De acuerdo con el Foro Económico Mundial, América Latina está posicionándose como una región que tendrá un papel crucial en la transición hacia un futuro más verde y Colombia se encuentra como el sexto país Latinoamericano mejor evaluado en cuanto al progreso de iniciativas de eficiencia energética.
“El uso de sistemas de energía solar es fundamental para reducir significativamente las emisiones de CO2, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático. Las fuentes de energía renovable son una inversión que debemos hacer hoy para garantizar un futuro más limpio y sostenible.”, afirma Camila Svec, cofundadora y COO de CleanLight. (Lea ademas: Acciones cotidianas para combatir el cambio climático).
Bajo este panorama, resulta necesario efectuar desde diferentes líneas. En el portal de Findeter (Banca de Desarrollo Territorial), la implementación de buenas prácticas, la adopción de nuevas tecnologías y de sistemas de gestión integral de la energía, puede representar ahorros de consumo entre el 5% y el 50%. Esto se traduce en una necesidad de fortalecer los proyectos y acciones particulares para aportar en esta transición energética.
“Vemos un gran potencial en Colombia, pero aún presenta desafíos significativos en su matriz energética. Es importante liderar el cambio hacia un futuro energético más limpio y sostenible en Colombia y es una meta a la que le estamos apostando. No solo proporcionamos soluciones móviles de energía solar para reducir las emisiones de CO2, sino que también nos comprometemos con la adopción de esta tecnología en un país que está despertando al potencial de la energía renovable.”, expresa Svec.
Aunque es un buen dato, el BID hace hincapié en la necesidad de acelerar esas implementaciones dado que se prevé que hasta 2050 la demanda de electricidad se incrementará en un promedio anual de 2.3%. Por ello, resulta indispensable el desarrollo social, económico y político frente al tema y priorizar la transición energética como una piedra angular del cuidado de la Tierra para promover la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y fortalecer la resiliencia climática.