Un rinoceronte de Sumatra conocido cariñosamente como “Tam” falleció el 27 de mayo después de meses de mala salud.
“Con gran tristeza compartimos la trágica noticia de que Tam, el último rinoceronte de Sumatra de Malasia, falleció”, anunció a través de las redes sociales Borneo Rhino Alliance (BORA), una de las organizaciones que lo cuidaba. “Compartiremos más detalles a su debido tiempo, pero ahora necesitamos algo de tiempo para lamentar su muerte”.
Ahora, solo un rinoceronte hembra, Iman, sobrevive en el país del sudeste asiático.
Además de Iman, la población completa del rinoceronte de Sumatra (Dicerorhinus sumatrensis) en peligro crítico sobrevive ahora en Indonesia. Se estima que hay 30 a 80 individuos en estado silvestre en la isla de Sumatra y en la parte indonesia de Borneo. Otros siete viven en cautiverio en el Parque Nacional Way Kambas de Indonesia, y una hembra fue capturada recientemente en el Borneo indonesio como parte de una iniciativa para ampliar considerablemente los esfuerzos de crianza en ese país.
Se creía que Tam tenía alrededor de 30 años al momento de su muerte, edad adulta para su especie, según los funcionarios de vida silvestre del estado de Borneo en Malasia, Sabah. Desde abril, exhibió una abrupta disminución en el apetito y estado de alerta, y mostró indicios de insuficiencia de múltiples órganos.
El rinoceronte recibió atención veterinaria durante todo el día en el Santuario de rinocerontes de Borneo en la Reserva Tabin de Animales silvestres de Sabah, donde vivió desde su captura en agosto del 2008.
La reubicación de Tam de una plantación de aceite de palma al santuario dio esperanzas de que contribuyera a los esfuerzos para criar en cautiverio a la especie. Sin embargo, murió sin reproducirse. Su esperma resultó ser de mala calidad y las hembras en las instalaciones de Tabin también sufrieron patologías reproductivas.
“Recuerdo muy bien cuando Tam fue capturado y las grandes esperanzas que todos tenían de que él fuera el miembro fundador de un exitoso programa de crianza en cautiverio en Sabah, y así unirse a los esfuerzos internacionales de Estados Unidos e Indonesia”, dijo en un comunicado Susie Ellis, directora de la Fundación Internacional de Rinocerontes. “Lamentablemente, esas esperanzas se vieron frustradas repetidamente durante la década posterior por una serie de incidentes, algunos sociopolíticos, otros biológicos y otros simplemente por mala suerte”.
La única esperanza de Malasia para producir nuevos rinocerontes ahora reside en un esfuerzo muy tardío por inseminar artificialmente uno de los óvulos de Iman usando esperma de un rinoceronte que se pueda reproducir en el Santuario de Rinocerontes de Sumatra.
Por otro lado, la hembra mostró signos de mala salud y sufrió una rotura del tumor en su útero en diciembre del 2017. Además, Indonesia se ha negado permitir que los espermatozoides se transfirieran fuera del país, lo que requiere que se envíen allí los óvulos de Iman.
“Lo que Indonesia quiere es que todo suceda allí, que no salga nada de Indonesia”, dijo Indra Eksploitasia, directora de conservación de biodiversidad en el Ministerio de Medio Ambiente de Indonesia, en una conferencia de prensa el 27 de mayo en Yakarta.
John Payne, jefe de la Alianza de Rinocerontes de Borneo, dijo a Mongabay que estaba enojado por la falta de interés de las partes que habían acordado proseguir los esfuerzos de colaboración para asegurar la supervivencia de la población de rinocerontes en Malasia.
“Las numerosas oportunidades perdidas de llevar a cabo acciones para salvar de la extinción al género de mamíferos terrestres más amenazado del mundo fueron irresponsables”, dijo Payne.
Según Indra, Indonesia presentó una propuesta con respecto a la transferencia de óvulos y está a la espera de una respuesta de Malasia. “La pelota está ahora en el campo de Malasia”, dijo.
“Lamentamos escuchar la noticia”, dijo Indra sobre la muerte de Tam. “Estamos trabajando para que el mismo destino no ocurra con los rinocerontes en Indonesia”.